7 de diciembre de 2006

Ventolera

¡Fuerte ventolera, cristiano! (dicen allí de donde soy)
Empieza el puente: empieza el viento y la lluvia, la ruidosa uralita del patio, la ruidosa lluvia en mi techo, el arbolito que se cae en el balcón. A veces tengo la sensación de vivir en una tienda de campaña. Pero no.
A medio día, mocos en nariz, me dirijo hacia el desierto. El compañero se queda con su guitarra dentro del coche y yo me lanzo hacia el monasterio. Bajo al trote durante 25 minutos y decido subir. Unos rayos de sol me dejan agustito. Vuelvo a subir por donde bajé. La sensación de siempre: lentitud y la frase también de siempre "cada vez subo peor". Pero bien, llegando de nuevo al monasterio el viento de culo me echa una mano. Estas cosas no tienen precio. 50min. Hoy también estoy contenta de haber venido, a pesar del viento. Conclusión para Espadán: manga corta. Hoy, apesar del viento, he pasado calor.
Quedan 3 días. Espero que el paracetamol con cosas que me estoy tomando hagan efecto.
A ver si en el recuento final de la semana sale que finalmente, sí he cumplido el plan.

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