Lunes raro, con eso de la misteriosa desaparición de las llaves al final la actividad física se redujo a un atropellado paseo en bici hasta la piscina y cincuenta minutos de natación. Empezamos, cuatro de crol, cuatro de espalda. Achucho a la Silvi, pero no se deja. "mira al del gorro amarillo, que pasada, va como un tiro". "Es Jorge". Trabaja con ella. "vaya, no lo conocía en persona". Seguimos piscina arriba y abajo, la nueva monitora pasa de nosotras.tiene mucha faena. Se acaba el rato.¿hacemos una carrera?, una piscina nadando y una buceando, a ver quién acaba antes La Silvi me avasalla buceando y un oportuno calambre en el gemelo derecho me salva del ridículo. Anda, vamos.
Martes, con Oscar por la ronda. Se hace muy ameno salir acompañada, nos pasan los cuarenta minutos en un pispás. Por la ronda auténtica van los foreros. Demasié. Acabamos los seismilseiscientos metros en treinta y ocho minutos. A cinco cuarenta el mil. Pues bien.
Y además hoy empecé la rehabilitación. A las cuatro me presento en mi C.A.R. (léase área de rehabilitación del hospital Provincial) Me tocan viente minutos de piscina. "¿y qué hago?". "Tú pega vueltas y dobla las rodillas". Pues vale. El cuadro surrealista se presenta conmigo corriendo dentro de la piscina, mientras una señora, ubicada en el centro misma me miraba estupefacta. Y yo pensando que qué estaba haciendo. Pasaron los veinte minutos más ridículos de ultimamente y salí de allí. La segunda parte se desarrolla en gimnasio. Como no tengo fisio asignado, "haz diez minutos de bici" Pues vale. Y eso hice. Ahora al banco. Polea. Isquios, cuádriceps, biceps femoral. Pues ya está chica, hasta mañana. De lunes a viernes, hasta el 20 de Junio, a las cuatro de la tarde. Por lo menos no voy a trabajar.