9 de octubre de 2008

Vuelta a la calma


El Lunes curiosamente podía moverme, que ya es bastante. Algunos dolorcillos dispersos intermitentes y algo de cansancio al subir escaleras. La idea había sido salir en bici, pero para variar pasa no sé qué y se nos hacen las mil. Así que lo dejamos en piscina tranquila: 500 metros de crol, muchos estiramientos, más estiramientos en la piscina pequeña, y sauna. Y me quedo más feliz que una perdiz.

El martes vuelta a las escaleras, nada de nada.

El Miércoles ya tocaba salir a rodar una ratito, a ver cómo se da. Salimos el Rubens y yo sin rumbo fijo, hasta que veo a dos corredores de nuestro estilo por delante. Vamos detrás de estos a ver a dónde van. ¿eso será un delito? No sé...a lo mejor descubríamos algo nuevo. Así que fijamos la vista en los amigos, y a distancia prudencial (para que no se note) vamos detrás. Corremos el riesgo de acabar en casa de alguno de ellos. Cuando llegan a la rotonda de la fuente giran hacia Castellón y nosotros decidimos dar la vuelta. Con tanta tontería, voy trotando sin darme demasiada cuenta. Carril bici hacia Benicassim y doy la vuelta cuando marco treintaminutos. Rubens sigue hasta el puente. Pesada y lenta pero contenta, llego a casa. Ochomil trescientos metros, cincuenta y un minutos, a seis cero seis el mil. Buf.
Estiramientos en el parquito y para casa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y encima en tres dias a correr!!!!....brrrr...estoy cabreado, muy cabreado!!!!!

;P

Te aviso si me animo!. ;)

depiedraenpiedra dijo...

Bufff...correr correr tampoco. Dejémoslo en trotillo. Eso te lo digo pa que no te cabrees :P

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