Calor y Energía

Típico título de un tema cuatro cualquiera del libro de física que tantos amores y odios despertó.

Lunes En la puerta de la sala de spinning (ups, perdón, ciclo-indoor), un número de frikis igual al número de bicis, aguardamos ansiosos a que Julio diga nuestro nombre para poder acceder al interior. Francisco...pepe....luis...maria...isabel....Oscar Contador... Oscar se vuelve rojo y entra haciéndose el loco mientras yo voy imaginando cachondeitos que durarán rato. Eeeh máquina, me voy a poner detrás, a chupar rueda... Las risas me durán lo que tardó la clase en ponerme en su sitio: Nivel III de los buenos, con gritos, descargas y una cantidad ingente de energía disipándose en el ambiente. Calor. Más tarde, un rato de gimnasio...abdominales, lumbares, dorsales. Y toda esa gente consumiendo su energía que se disipa...y si pusiéramos dinamos en las rodillas, codos y articulaciones de las máquinas del gimnasio. Yo creo que podríamos iluminar el edificio... En fin, parece que ya hay gente trabajando en ellou, aunque de manera más sofisticada que la que se me ocurre durante esos interminable minutos de pesas
El martes no me apetecía demasiado salir a correr. No es cierto, no me apetecía absolutamente nada. Así que me meto como rata de gimnasio a hacer 3000 metros de remo, a 6 minutos el kilómetro. Vaya...remo tan despacio como corro. Abdominales, y piernas, y brazos...lumbares, dorsales. Y piscina, porque lo de la piscina de el viernes pasado fue una de las cosas más desmotivantes de los últimos tiempos. En fin, menos ploreras: 500 metros, cada vez mejor, y una pirámide para variar:2-3-5-7-9-7-5-3-2. 100 más a nado sonriente y ya tenemos 1050 metros. Qué bien.