Borriol

El jueves continuaba sintiéndome algo rígida, así que aproveché que a las 9 en la provincial hay "postural concept" y allí que fui. El "postural concept" en cuestión no es más que la antigua "flexibilidad" o los "estiramientos con musiquilla" de toda la vida. Lo que pasa es que si le colocan un nombre en guiri parece que se va a llenar la clase. Pues no, no funciona la estrategia, éramos tres y el aburridísmo profesor. Que no es que fuera aburrido sino que lo estaba. Si me duermo me avisais.. Pues sí que estamos bien... Tras esos tres cuartos de hora en la colchoneta estirándonos como gatos, adquiero un pequeño dolor en músculo cuyo nombre desconozco. Pero me siento menos rígida.
El viernes se me acabaron las vacaciones. Vuelta a las escaleras.
El sábado Borriol. Me apunté porque me apetecía hacerla, ver al personal y pasar la mañana. Y me presenté allí con mi flamante camiseta de la trans y ganas de pegarme mis cuatro horazas dando saltos. Y más o menos eso es lo que hago, salgo bastante detrás, como siempre, y empezamos cuesta arriba. Y una va calentando, poco a poco. Los primeros kilómetros tengo a Karmele muy cerquita, pero si normalmente eso circunstancial, hoy más. Con musiquilla van pasando los kilómetros y yo, maniática perdida, voy escuchando el cuerpo. La rodilla, ¿calambre en el isquio?, los gemelos...En algún punto están paradas Suerte y Cita, con Txopo...Paro ¿?¿?ellas han de retroceder y él sigue. Pues seguimos...y bueno, allá vamos, pisteando charlando y haciendo camino. Después del segundo control empezará la bajada, me adelanto en el llano para compensar lo lenta que bajaré.... Y nunca más. El final de la carrera se me hace tan largo como todos los finales, hace bastante calor, y tras el tercer control voy viendo lucecitas de colores un rato. Pues que bien. beben y beben y vuelven a beber... Como los peces en el río, hasta que dejo de ver las incordiosas lucecitas. Trotar tocan, y trotando llego a Meta.

Y en meta hablamos, Silvia ha quedado primera y el Kiyo está de lo más satisfecho con la programación de su carrera. Me tengo que ir urgentemente a currar, pero siempre hay un rato para charlar, contarnos, ver qué le pasa a éste, qué hace aquella la semana que viene o intentar programar una quedadita magdalenera. Y en estos ratos siempre se aprenden tantas cosas...