26 de marzo de 2009

like a rolling stone

Cuanto tiempo. Pero sobreviví a la Magdalena, al sueño y a Javalambre.
El Jueves...el jueves salí en bicicleta. La flaca me esperaba asombrada, a punto de llamar a tocar un aleluya...Pero esto de los tiempos de bicicleta me tiene medio sonada. Castellón,Magdalena, Benicassim, Playa...carril carril carril.... curva, paso de peatones, pedal, correa, acera, suelo, dolor, dignidad, pedaleo..... Treinta y pocos kilómetros, a veintipoquito de media. Pues una porquería, pero poco a poco se hace el duro.

El viernes se preveía un día complicado y de imprevisible final, así que decido limpiar mi cuerpo y mi conciencia por adelantado en la piscina. Me salen mildoscientos metros. Lo mejor fue volver a las pirámides de las buenas, genial la respiración y las sensaciones. Ya me puedo ir a magdalenear.

El sábado, fue el típico sábado de mascletá y feria alternativa, con gafas de sol y botellita de agua. Un lalala en toda regla.

Y el domingo fue la debacle. Llegué a la estación de esquí de Javalambre antes de lo previsto, sin reloj y con cara de frío. En la larga cola ya puedo charlar con Paco y sus compañeros. Pero qué frio hace. Ha venido la jet de la jet, y es que los jamones tirán bastante. Me siento ni fu ni fa. Quizá algo más fu, pero eso es totalmente irrelevante. Ana y diego también han venido. La salida se da con algo de retraso, y retrasada me quedo en cerocoma. Creo que no existe recorrido que me vaya peor que este. Comienza bajando, por una bajada que sin ser técnica, tampoco es fácil y que a mi, en frío y para desayunar, me sienta bastanta mal. Temblor de piernas y pareciera que es la primera vez que salgo al monte. Para cuando llego a la pista estoy ya...en el quinto pino. En ciertos tramos de hielo y nieve no se me ocurre mejor cosa que agarrarme de la primera planta que veo, y el resultado es que el lunes estaba yo en la clínica del trabajo, con la palma de la mano bocarriba y con la fisio quitándome los 15 (quince) pinchos con una agujita. Pero eso ya fue el lunes. Volvamos al domingo catastrófico. La subida al pico la había hecho varias veces, hace tiempo, en raquetas, a pie...y no la recordaba dura. Pero esta vez se me hizo eterna, por el ritmo que no terminaba de coger, por no calentar ni a tiros, por andar persiguiendo a gente que se me escapaba en la próxima pequeña subida o bajada con piedrecitas cuando estaba a puntito de alcanzarlos...
Y en esta semi-agonía andaba yo cuando en un cotrol aparece Paco, tan sonriente como siempre y dispuesto a cantar, hablar y correr a toda pastilla. Y bueno, ahí voy detrás suya y él que se deja perseguir mientras va vigilando a sus compis de delante y su compi de detrás. Así que hay un buen rato, en que, cuesta abajo, voy bien (algo apurada), pero bien. Charlando y charlando...En la pista pasamos a gentecilla (no mucha) yyyyy.............ays señor. La cuesta, cuestón o como quieras llamarlo. Y el kilometro marcadito cada 100 (ó 50 metros) para que te dieras cuenta (del todo) de lo mal que vas. No puedo más, se me sale el corazón por la boca, no puedo respirar, ni hablar, ni reirme de las historias de Paco....Al final llegamos. Catorce kilómetros. Sólo catorce.
El lunes comienza la (creo que) décima parte de "el movimiento migratorio de una piedrecilla rodante" Que en realidad soy una rolling stone...que me mudo de piso por enésima vez...a una nueva república independiente de mi (nuestra) casa.
El martes, montaje de muebles. Que lo voy a contar como trabajo de gimnasio.
El miércoles se palpaba el miedo en el trabajo. Se nos ha metido entre ceja y ceja llegar desde el Puerto a Puertomingalvo y lo vamos a hacer. Andando, en bici de montaña o en bici de carretera. O en coche. Que sin ellos la cosa está complicada para volver. Y yo con mis comienzos de amigdalitis, mi dolor de garganta mi flojera, mi dolor de piel...Pero hay que quitarse el miedo...probarse...y cotillear un rato. A la hora de costumbre, me cruzo con Irene. No me siento muy mal ni muy bien. Me siento..normalilla. Once kilómetros hora cero cuatro. Muchos minutos, pero bueno...es lo que hay.

6 comentarios:

javi dijo...

Buenos días Nere!!!

Ay mare, chica lo he pasado mal hasta yo en la dichosa carrera jejeje Pero es que lo cuentas de tal manera, que me coge risa :) ¿a qué te agarraste? ¿A una chumbera???? :( Pero si eres doctora en senderos... Seguro que te faltó un buen café y un bollo ;)

Voy a ver si saco yo mi tanque de mtb que cuando me vea si va a cantar aleluyas que lleva durmiendo desde octubre pfffffff

Espero que ya vaya mejor la mano y los conatos iniciales de amigdalitis.

Buen finde

Fernando dijo...

Ayyyy, a quien se le ocurre después de una ultra como la del viernes meterse en Javalambre... Jaja.

Y eso de "el movimiento migratorio de una piedrecilla rodante" me ha gustado. Sería un buen titulo para un ensayo. Jaja. Aun así, a ver si parais ya!!

lola dijo...

De tal palo tal astilla, a tu padre le tuvieron que sacar de un pie no se cuántas púas de una tunera en una de esas excursiones que hacíamos hace muchooossss años ya.

Miguel dijo...

.....ayyyssss.....nos persigue la botanica de la zona.....Rober atacado por la planta de la casa de los horrores y ahora tú con los pinchicos.....toquemos madera....

Enhorabuena por la "migración".....vaís a tener el "nido" en un sitio privilegiado...

Saludetes

Anónimo dijo...

18 TILL I DIE.

depiedraenpiedra dijo...

aayssss chico...que no, que no era una chumbera, aquello era más bien un árbol seco...pero vaya usted a saber de qué clase. Uno con mala leche...Parece que llueve por Alicante y que vas a tener excusas para dejar a tu bici guardadita de nuevo...

Cuánta razón tienes, fernando.Esto fue una especie de penitencia....De lo otro..a mi de aquí no me mueve ni Dios ya...qué lío de cajas y cosas tiradas.

jejje, eso me dijo una vez Sor Mercedes...el día en que me partí tibia y peroné.

jejeje...la rebelión de las plantas. Qué carrerón te has marcado hoy Miguel, espero que te recuperes bien (pero nunca antes del sábado que viene ;) ) enhorbuena

Al asesino le gusta bryan Adams? yo que pensaba que era más de Rick Astley.