Diez km diez-(invocación I)

Oh señor soberano, aire infinito., que sostienes la tierra elevada en los aires y Éter luminoso y venerables diosas Nubes de tronadores rayos, elévense, aparezcan suspendidas en lo alto, oh señoras, al pensador. [...]
Vengan, entonces, venerabílísimas Nubes, para exhibirse ante el hombre;
sea que se sienten en las sagradas cumbres de azotadas de nieve,
sea que inicien del padre Océano em los jardines un coro divino con las Ninfas,
sea que luego, en las bocas del Nilo beban de las doradas hondas de sus aguas,
o habiten el lago Meotis o la cima nevada del Mimas:
préstenme atención aceptando mi ofrenda y deleitándose con los ritos sagrados.
Quien dice lago Meotis, dice Rio San Josep y quien habla de la cima del Minas, lo mismo lo hace de la de la peña Migdia...La cosa es que a Sócrates, según Aristófanes, parece que le dio resultado. Por mi parte lo intentaré también. Lo iremos intentando hasta el día 13. Invocaremos a las nubes...
Lunes. ¿hace un desierto de mañanas? y como hacía allá nos fuimos. Al llegar a la Magdalena parecía que no, pero al cabo del rato, resultó que sí: calor infernal y sudada presagiada.
Subimos por la pista de los Toros y por fin veo el tentadero, al que me parece que nunca había llegado. Fuente de la Salud, desvío, cruce de carretera...para terminar en un amago de urbanización estropeante del paisaje paná y finalmente ir unos kilómetros paralelos a la autovía. Al final me sentía lenta, muy lenta, el trote no era nada ligero y las piernas seguían ... cargaditas. Una hora y piquísimo, 10 kilómetros.