Domingo. Etapa VI-Orihuela del Tremedal-Teruel.79km
Para qué vamos a empezar temprano, con lo divinamente que empieza uno a las 10:42 de la mañana. Con el solete, los pajaritos, el asfalto a 40ºC...El sueño de un cicloturista con una bici de 20 kilitos.
La noche en Orihuela (del tremedal) fue dura, un par de piedras camufladas bajo la hierba y que fueron a parar bajo mi cadera y rodilla izquierdas, hicieron que lo fuera. Y además ¡hizo frío! peor eso no fue del todo malo.
A esas horas de la mañana ya estaba todo solucionado, el desayuno tomado en un bar del pueblo y el rumbo elegido. GR10 hasta Bronchales. Pista tranquila con algún repechito que me hace decidir que el resto de la etapa la haremos por carretera. Nada de atajillos. Tras reponer agua en Bronchales, salimos por carretera hacia Albarracín. Por ella subimos hasta los 1700 metros, pero me siento bien, son sólo tres kilómetros con unas vistas preciosas sobre pinares y más pinares. Cuando más bonito (y alto) está el panorama , comienza la bajada. Hasta Noguera de Albarracín, cuatro kilómetros rapidísimos. Y justo después un pequeño repecho en el que se me escacharra a mi también el desviador. No entra el plato mediano. Argh. Pues a mano. Plato mediano. Tanta historia para que la bajada siguiera enseguida. Plato grande, mira, al revés si entra. Pasamos Tramacastilla, Torres de Albarracín, chapoteamos en el Guadalaviar, a cuya vera vamos desde hace unos kilómetros, y, rápidamente, llegamos a Albarracín. Pues vaya etapa más simpática, toda para abajo. ¡Ay, ilusa! En albarracín paseamos, bici en mano, por arriba y por abajo. Más bien por arriba. Plaza mayor y alrededores, calles varias, el castillo...y la tasca. Una perdiz para Rubens, y unas codornices para mi. Primero unas migas con uva. Y de postre... aparecen patrikinder, Diego-Caracol y Fer-rato que andan bloqueando por Albarracín. No se lo pasan mal, no. Y en la tasca nos quedamos charlando y charlando, tomando cafeces y esperando que pase el mediodía, por una vez...
Pero no tenemos claro por dónde seguir. Habíamos pensado seguir hacia Bezas, pero....tras preguntar en la oficina de turismo, llegamos a la conclusión de que, además, era lo mejor. A pesar de que nuestros amiguitos nos habían contado que puede que encontráramos alguna cuestecita....
¡Y yo que no me acordaba de que no me entraba el plato mediano! Unos cuantos kilómetros más duros cruzando la zona de escalada, y nuevamente seguimos bajando. Bezas.
Y se acaba la comarca. Y con la comarca se acaban los pinos.
Para qué vamos a empezar temprano, con lo divinamente que empieza uno a las 10:42 de la mañana. Con el solete, los pajaritos, el asfalto a 40ºC...El sueño de un cicloturista con una bici de 20 kilitos.
La noche en Orihuela (del tremedal) fue dura, un par de piedras camufladas bajo la hierba y que fueron a parar bajo mi cadera y rodilla izquierdas, hicieron que lo fuera. Y además ¡hizo frío! peor eso no fue del todo malo.
A esas horas de la mañana ya estaba todo solucionado, el desayuno tomado en un bar del pueblo y el rumbo elegido. GR10 hasta Bronchales. Pista tranquila con algún repechito que me hace decidir que el resto de la etapa la haremos por carretera. Nada de atajillos. Tras reponer agua en Bronchales, salimos por carretera hacia Albarracín. Por ella subimos hasta los 1700 metros, pero me siento bien, son sólo tres kilómetros con unas vistas preciosas sobre pinares y más pinares. Cuando más bonito (y alto) está el panorama , comienza la bajada. Hasta Noguera de Albarracín, cuatro kilómetros rapidísimos. Y justo después un pequeño repecho en el que se me escacharra a mi también el desviador. No entra el plato mediano. Argh. Pues a mano. Plato mediano. Tanta historia para que la bajada siguiera enseguida. Plato grande, mira, al revés si entra. Pasamos Tramacastilla, Torres de Albarracín, chapoteamos en el Guadalaviar, a cuya vera vamos desde hace unos kilómetros, y, rápidamente, llegamos a Albarracín. Pues vaya etapa más simpática, toda para abajo. ¡Ay, ilusa! En albarracín paseamos, bici en mano, por arriba y por abajo. Más bien por arriba. Plaza mayor y alrededores, calles varias, el castillo...y la tasca. Una perdiz para Rubens, y unas codornices para mi. Primero unas migas con uva. Y de postre... aparecen patrikinder, Diego-Caracol y Fer-rato que andan bloqueando por Albarracín. No se lo pasan mal, no. Y en la tasca nos quedamos charlando y charlando, tomando cafeces y esperando que pase el mediodía, por una vez...
Pero no tenemos claro por dónde seguir. Habíamos pensado seguir hacia Bezas, pero....tras preguntar en la oficina de turismo, llegamos a la conclusión de que, además, era lo mejor. A pesar de que nuestros amiguitos nos habían contado que puede que encontráramos alguna cuestecita....
¡Y yo que no me acordaba de que no me entraba el plato mediano! Unos cuantos kilómetros más duros cruzando la zona de escalada, y nuevamente seguimos bajando. Bezas.
Y se acaba la comarca. Y con la comarca se acaban los pinos.
Comunidad de Teruel.
Nos recibe como arrasada, desértica. O esquilmada. O árida. O seca. O todo a la vez. Talada para dar lugar a cultivos ya abandonados. En todo caso, nos recibió con polvo y calor. Plato grande, y pedalear para olvidar. A medida que nos vamos acercando a la ciudad aumenta el tráfico, los conductores intolerantes e imprudentes y mi humor se va poniendo del color del asfalto. Rotonda, nacional. Vía de servicio cortada, dinópolis, centro ciudad.
Menos mal que Teruel, como ciudad, siempre me ha caido bien. Una vez en la escalinata reaparece mi sonrisa. Hotel Oriente, cenar, dormir.
Nos recibe como arrasada, desértica. O esquilmada. O árida. O seca. O todo a la vez. Talada para dar lugar a cultivos ya abandonados. En todo caso, nos recibió con polvo y calor. Plato grande, y pedalear para olvidar. A medida que nos vamos acercando a la ciudad aumenta el tráfico, los conductores intolerantes e imprudentes y mi humor se va poniendo del color del asfalto. Rotonda, nacional. Vía de servicio cortada, dinópolis, centro ciudad.
Menos mal que Teruel, como ciudad, siempre me ha caido bien. Una vez en la escalinata reaparece mi sonrisa. Hotel Oriente, cenar, dormir.
2 comentarios:
Me habría quedado ahí toda la tarde de charreta, entre cafeces y cafeces.
Tu ves como eran poquitos kilómetros llaneando... jeje.
Ah, recuerdame que nunca entre ciclando a Teruel. Valgame.
SÍ, poquitos poquitos... :P
Albarracín estuvo bien, tan a gusto...
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