3 de agosto de 2011

De medias meditadas y desiertos compartidos

Los pájaros de mi persiana se reproducen sin que mi gato haga nada al respecto. Una no puede confiar en que su gato haga nada al respecto de cualquier cosa. Los gatos son gatos y en verano sólo son máquinas de formar pelusa. Pero de eliminar el nido o los pájaros, rien de rien.

El sábado siguiente era la media maratón de Rubielos de Mora, y a mi, que en esos pueblos de Teruel me perdería para el resto de mis días, me faltó tiempo para apuntarme. Aunque sí, ya lo sé, con la media de kilómetros mensuales más baja de los últimos
años, no sé cómo se me ocurrió. Pero no sé, la vi, y era tan fácil inscribirse....
Así que nos presentamos en Rubielos, yo para correr y él para salir en bicicleta, previa la meditación correspondiente. Nos despedimos, y me inmiscuyo en el pequeño grupo de corredores que se apelotona en la salida. Somos tres senior femenina: matemáticas básicas. Silvia Marimón, Laura Murcia y aquí, la piedrecilla pensante.
Paso el 10000 en cincuenta y dos minutos: entre que me encanta el terreno, suavemente ondulado, que hemos pasado un par de veces entre la gente y que el Meditante se anima a acompañarme con la bici, puede que haya empezado demasiado rápido. Pero ya está hecho, y me encuentro bien. A partir del kilómetro 10 el terreno se complica, subimos por la carretera de Fuentes hacia una cruz, y las cruces, como todos sabemos, no están colocadas precisamente en puntos bajos de las carreteras. Sin embargo, después de esta cruz, la carretera seguía subiendo levemente mientras nos cruzábamos con los compañeros que ya volvían. Lo bueno de los recorridos de ida y vuelta.
En Fuentes, JR me deja un ratito sola, y a la vuelta sigue conmigo. No voy a negar ciertas ganas -puntuales- de robarle la bicicleta, porque del 18 al 20 no podía con mi alma y quería terminar de una vez con aquello. De pronto miro el reloj y me doy cuenta de que puede que, quizá, a lo mejor, sea capaz de bajar de dos horas. Y ese pensamiento, y que la pendiente favorable, y algunos otros pensamientos que siempre me surgen en estos momentos, hacen que corra (trote) un poquito más rápido y me presente en meta con 1hora, cincuenta y nueve minutos, cuarenta y ocho segundos, contenta, muy contenta.

Después de un domingo de descanso pasivo, llegaron un lunes y un martes de piscina. En algún momento de mi vida me decidiré y entrenaré en el agua como es debido. Pero por ahora, me vale con no olvidar cómo se hace. La piscina de 50m se me hace eterna al principio. Qué duros son los comienzos. 1400 metros, 1450 metros.

El jueves fue, como el anterior, un día vigoréxico. Salimos Teo, Miguel y yo de la Magdalena, y en vez de tomar el PR donde siempre, nos metemos en una sendita que vaya usted a saber desde cuando está ahí y que nos ahorra un buen trozo de carretera. A lo mejor, hoy no subimos a Raca, pienso, ilusa de mi.
Empezamos a subir por un extraño camino, que después deja de ser camino, y que sube y sube sin parar entre coscoja y aliagas. La hermosa vegetación mediterránea. En un momento dado ocurrió que llegamos arriba, no podía ser de otra manera ya que en ningún momento dejamos de subir. Y una vez arriba, ya no teníamos otra cosa que hacer, más que bajar de nuevo. Y lo hicimos por los toboganes, por el mismo lugar de la semana anterior.

Y ahí quedan reflejados tres recorridos que puede una hacer desde la ermita de la Magdalena, que se pueden convertir en muchos más si se entremezclan. El cian (celestito de toda la vida) es el de la semana pasada. El amarillo, el que acabo de redactar. Ocho kilómetros, hora y veinte.
Y piscina, 1400 de piscina en 35 minutos.

Al día siguiente, que era viernes, tenía que ser un día ciclable. Me venía a buscar el Meditante con la idea (poco o nada meditada) de subir el desierto por Benicassim, que, aunque lo pueda parecer, no es lo mismo que subirlo por Castellón.
Vamos a explicar un poco de qué va esto de subir el Desierto.
A estas alturas de blog, igual queda raro explicar de qué hablo cuando hablo del Desierto. No obstante, lo voy a contar, que nunca está de más.
El Desierto al que me refiero no es un desierto de esos de dunas y arena, ni camellos ni beduinos. El Desierto de Las palmas es un parque Natural, que antes de Parque Natural era sólo sierra litoral. Y en ella, sobre el año 1700, construyeron un monasterio y se asentaron, unos monjes de la orden de los Carmelitas Descalzos. Estos monjes, a los lugares apartados destinados al retiro espiritual y la oración, los denomina "desiertos". Lo de las Palmas viene de la cantidad de palmitos que hay por allí. Aunque para mi, que de plantas sé poco y de monjes un poco más, el nombre correcto sería "desierto de la coscoja". Si bien entiendo que ese nombre es menos romántico que eso de " Las Palmas". Que nadie se rasgue las vestiduras.
Total, que allí se aposentaron los monjes hasta que se les inundó el chiringuito (con perdón) Entonces tuvieron ellos que buscarse una nueva ubicación para su monasterio, en un lugar que no fuera una hondonada, un valle ni un barranco. Y lo colocaron donde está en la actualidad.
Es, por lo tanto, el Desierto de las Palmas, un lugar de meditación -quizá esa obsesión de algún conocido por subirlo y bajarlo compulsivamente- salpicado de ermitas consagradas a distintos santos, imágenes y grutas para el retiro.
Pero no son sus santos ni su historia lo que tantas veces nos conduce a él, por lo menos no conscientemente. Es su belleza, sus sendas y su puerto de segunda categoría.


Aclaro que lo normal es no hacer esa subida completa, sino sólamente hasta el kilómetro 8, desde donde se enlaza con la otra vertiente: el desierto por castellón, quedando el asunto de esta manera:
Que este año, los señores profesionales del sector subieron y bajaron tres veces (tres) en los campeonatos de España.
Total, que después de tamaño tostón, que no me he inventado sino que lo he sacado de aquí, de aquí y de aquí, ya no me acuerdo de a santo (nunca mejor dicho) de qué venía todo esto.
Ah sí.
El Meditante quería que subiéramos el desierto por Benicassim, y bueno, no pude negarme y de pronto me vi pedaleando desierto arriba por unas curvas que no me hacían ni pizca de gracia. Sin embargo, me encantó la subida. Me encantó de verdad.
La bajada no.
Empezó a caer un formidable chaparrón que envió al traste toda mi seguridad.
Esto es ciclismo, Nereida.
¡Esto es una putada, colega!
Así y todo, llegamos abajo. una más.

6 comentarios:

Genín dijo...

Has hecho muy bien en explicar lo del Desierto.
Supongo que te habrás dado cuenta que el ultimo gráfico( Supongo que es eso) está en blanco ¿No?
Besitos y salud

lola dijo...

Entonces la próxima vez llevamos al "meditador" nuestro a que medite en el desierto ese.
Chica, ¿pero de verdad pretendes que el gato se convierta en el gato asesino?

ojse dijo...

Como yo todavía estoy dándole vueltas a lo de si hay luz, hay cena (la historia ésta del desierto la asimilaré pasadas las navidades, imagino) en la misma página de altimetrías hablan de cierto repecho interesante por la zona.

En efecto, te lo digo para que vayáis y me contéis que tal es...es que está lejillos ;). Mas de la Costa, le llaman.

Ah, felicidades por lo de Rubielos. Y sí, es demasiado fácil inscribirse a algunas carreras (y parece que cuantos más kilómetros, más fácil).

Saludetes

charly dijo...

NERE COMO VA TODO POR AHI?
LOS CALORES BIEN?
JEJEJE
NO SUBASTANTAS CUESTAS QUE NO DEBE SER BUENO
UN BESO

Armando dijo...

Cuanta razón llevas que no es lo mismo la subida (..y la bajada !!) por un lado que por el otro. Acabo de ventilarme las vacaciones en Benicassim y el entreno de bici ha consistido en su mayor parte en subida y bajada; y vuelta.Teneís un desierto multiusos, pena que me quede tan lejos, como las vacaciones....ains.

depiedraenpiedra dijo...

hola! pues no me había dado cuenta genin...vaya ....

pues muy bien, allí lo llevaremos y le presentaré al meditante para que mediten juntos.

Lo del mas de la costa es un putadón, pero seguro que te saldría una crónica chula chula...deberías hacerlo jejejeje

mucho calor charly, mucho!!

has estado por aquí!! que bueno, buen sitio para estar de vacas, y para entrenar ni te cuento... :)

un beso chicos, gracias por la visita