29 de diciembre de 2006

Como Aníbal


Y no por los elefantes...
Llevo dos días sin salir, el primero era programado, el segundo fue un extra por motivos socio-festivo-navideños.
El Parque Romano vuelve a ser el lugar elegido. Hoy salgo sola a la hora de comer, porque a la H-R (La hora Ruy) quedé con una amiga (que no apareció, pero esa es otra historia), y de todas maneras creo que hoy es día futbolero y contra eso no hay posibilidad de lucha. El día está muy muy claro pero hace algo de viento, 23 grados pero creo que la sensación térmica debe ser de 18 ó 19.
Dieciochominutos después de empezar a trotar empiezo con lo que me marca hoy mi superplan cambios. Que diver. El primero es cortillo, así que bueno, bien, recupero, y el segundo....así hasta el último que vuelve a ser corto y consigo hacerlo a tope. Este parque me inspira. La otra vez que estaba con este plan (que desastre soy) terminaba peor. ¿estaré aprendiendo a controlarme? Después de esto venían dieciocho minutos más. Los hago despacito y termino. Me acerco a los aparatos a estirar un poco. No me había fijado, pero hay un montón de gente. Me asomo a la piscina del Metropole, el termómetro marca veintisitete grados. Igual hasta es demasiado ¿no?. Me voy para casa, a comerme el entrecot que tiene mamá preparado.
Al final: sesentayocho minutos: dieciocho más dieciocho al trote, dieciseis fuertes y dieciseis caminando. Me encanta que los planes salgan bien.

No hay comentarios: