entre Pinto y Valdemoro

Domingo, día de resaca del 10000 y de la fallida hoguera. El plan era levantarme pronto para salir con la bici. Pero, no se cumple. Me levanto tarde.... playa...¿nadar?...ver peces...¿nadar?. A las cinco y media, a escalar al Castellet. Con un sandwich y mi peugeot, arreglada pero informal, llego al castillito. Noé, (el escalador protector en otra entrada) entra en juego. Alice Proyect. Y como ya la había subido...pues pensé...¡hoy también!. No llegué ni a la tercera chapa de las catore que tiene. Destrepe accidentado mientras mi desconocido compañero se parte de risa y me hace un reportaje...¿que es vergüenza? preguntas mientras clavas tu pupila en mi pupila azul...
La pared me devuelve a mi lugar, el pie de via, de donde nunca debí salir. Vamos a bavaresa...eso es un quinto seco. Esa también la había subido, rodilla a tierra. Hará ya dos años. Subo con poca fe...tampoco...oye colega, bájame que no estoy para risas. La frustración.

Llega el colega de Noé (encantada). Sí, ese que no se acuerda de cómo se hace un ocho, pero que subir, sube. Y yo me largo de allí. Esta claro que todo no se puede tener, y yendo a escalar dos horas al mes...Pero bueno, de quinto en quinto, poco a poco, la cosa es no olvidar y no tener miedo. Es bonito subir paredes.
Lunes. Verano profundo. El neremóvil marca 40 grados cuando Oscar y yo nos montamos en él para subir a la Magdalena. ¿y si mejor vamos al pinar?. Dicho y hecho. Rodaje suave, campo de golf, pinar, pinar, pinar...me cuenta de la Peña Montañesa, de los distintos tipos de conducción en un mismo viaje, de las bajadas técnicas por pedreras...Y yo con mi famosodiezmil y mi próximo plan. Y el otro plan. Y el otro. A los cuarenta minutos le digo que voy a dejar de hablarle, que quiero terminar fuerte. Y últimos tres minutos más fuerte aún. Dice que hemos rodado más rápido que otras veces. No sé, yo creo que no. Cincuenta minutos, sin distancia conocida...