Domingo. Rebajas de verano y mi tarjeta perdida... mejor, pero será cosa de anularla no sea que alguien se amueble el piso en el CorteInglés a mi costa, la tarjeta esa es peligrosa.
Me voy a Playa de Nules a recuperar la cordura que me dejé extraviada anoche en el chiringuito. Las escolleras me llaman...del faro a la escollera derecha...de la escollera derecha a...un poco más del faro. Buf, cuánta sal. Lógico, es lo que tiene el mar. Es salado.
En tierra firme, planes. Y carreras, lugares, travesías, entrenar, participar, jugar. La primera, Bartolo.
La escollera me llama de nuevo. De escollera a escollera, van trescientos metros. Sin pena ni gloria, estoy al otro lado. Media vuelta. Ésto ha de tener truco...pero ya iremos mejorando.
Llega la tarde, y la hora de entrenar. Monasterio. Las ocho y pico, La Patry,El Rubs y la de las piedras. Patry corre y corre y corre...y espera. Y le digo que no espere, que siga...y no sigue, y al final sigue. Nunca llegamos a encontrar las crestas, pero a Bartolo llegamos. Allá arriba se intuye a la niña. Habrá que ir a por ella. ¿una serie para subir a las antenas? ¡va, una serie! .
Y la plana. No me pongo metafísica porque hay gente.
Me voy a Playa de Nules a recuperar la cordura que me dejé extraviada anoche en el chiringuito. Las escolleras me llaman...del faro a la escollera derecha...de la escollera derecha a...un poco más del faro. Buf, cuánta sal. Lógico, es lo que tiene el mar. Es salado.
En tierra firme, planes. Y carreras, lugares, travesías, entrenar, participar, jugar. La primera, Bartolo.
La escollera me llama de nuevo. De escollera a escollera, van trescientos metros. Sin pena ni gloria, estoy al otro lado. Media vuelta. Ésto ha de tener truco...pero ya iremos mejorando.
Llega la tarde, y la hora de entrenar. Monasterio. Las ocho y pico, La Patry,El Rubs y la de las piedras. Patry corre y corre y corre...y espera. Y le digo que no espere, que siga...y no sigue, y al final sigue. Nunca llegamos a encontrar las crestas, pero a Bartolo llegamos. Allá arriba se intuye a la niña. Habrá que ir a por ella. ¿una serie para subir a las antenas? ¡va, una serie! .
Y la plana. No me pongo metafísica porque hay gente.
Toca bajar. Bajar es más fácil que subir. Trotando, corriendo y dejándonos caer, llegamos al coche. Estirar. Nueve kilómetros ¿cuánto rato? No sé, yo voy sin crono.
2 comentarios:
Reconociendo el terreno y estudiando la estrategia para el próximo Domingo heh!jejeje....
Al final el Sabado valió la pena ir por el pantano o no?....se llegó tarde pero el precioso paraje del pantano del Sitjar es encantador he que sí?.Ahora que ya lo haveis visto, para el año que viene;ruta corta.jiji!!!
jejjeje ¡¡fundamental el reconocimiento del terreno!!! volveremos...
El pantano de Sitjar sí, encantador en todas sus vertientes... ;)
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