10 cintas nuevas

Martes!, la semana avanza como debe ser, en orden. A mediodía quedo con Rubs en el Pinar. Aparco en el quinto pino y ando hasta la puerta. Hace calor, normal. Son las tres de la tarde. Empezamos a trotar, me siento pesada y lenta y tengo calor. No me quejo demasiado porque después crío fama, pero deseo en silencio que Rubs decida parar.
Por el pinar, hasta el campo de golf, pelotitas pelotitas...media vuelta, pinar, campo de golf. Me suda la espalda. ¿paramos? bueno... La confianza da asco. Seguimos hasta los treinta minutos. Paramos, andamos...¿estiramos?...¡a tope! unas cuantas rectas, Rubs se pierde en la inmensidad del pinar, yo quiero pero no puedo. Suficiente por hoy, último día de Julio, fin de los entrenamientos a mediodía. Comienzo de la etapa de descansillo.

El mono de escalar que llevo desde hace unos días me lo tengo que quitar. Quedo con Patrikinder en el parking del Castellet. Hago una de mis entradas triunfales comiéndome todas las piedras posibles. El copiloto se parte de risa y hace comentario cabroncete.
A pie de vía, desenredamos la cuerda, menudo lío.
Para calentar, como no, covetes. Rápido y bien. Estreno mis nuevas expreses Salewa super chulas, nada que ver con las fixe que tengo. Me siento muy bien y muy segura. Me sé la vía de memoria, desde hace meses siempre empiezo igual...y como no continuo...encovetada me quedo. Patry encadena y baja. A nuestro visitante parece que le gusta. Se está haciendo de noche, pero me apetece probar la via de la garrofera. Mal. No sale. Al suelo. Y a probar saliditas. Patrikinder está a punto a punto (a punto) de hacer una salida que yo veo imposible. Me cuelgo en otra parte...tengo que hacer más hombro en el gimnasio. Esa es la conclusión del día.