3 de diciembre de 2007

Lalala titiriti

Menos mal que es Lunes. No he podido salir a mediodía, pero esta vez no se me va a escapar el turno de tarde, así que a las ocho le digo bye bye a Rafael y a sus esquemas unifilares y me visto de corredora. En el zaguán del trabajo, Jovi me pregunta por la media. Y empieza el entrenamiento.
Ronda Este Falsa. Hasta el final, no hay demasiada gente para ser esta hora...debe ser el fresquete, que asusta a los que andan.
Media vuelta, me siento bastante bien, por una vez no se me carga el tibial. Decididamente deben ser las zapatillas esas nuevas. Las voy a tirar por una ventana cualquiera. Cruzo el parking y sigo hacia el auditorio, una conductora para y además me hace señas: por su izquierda se acerca Fitipaldi.
Sigo hasta Lidón y vuelvo, cuando llevo cincuenta y ocho minutos, cambio de ritmo, hasta la puerta del trabajo de nuevo, hora cinco. Oncemil quinientos metros. A cinco treinta y nueve el mil.
A ver si vuelvo.

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