Teléfono..mi casa

Martes Tras un extraño arrebato de innovación, me veo en la piscina poniéndome el culot y apuntándome a una clase spinning. A las 20:00 hora zulú, de nivel 2, o sea NII.
Y allí que llega la de la piedra, más pedrada que nunca, con su toallita y su cara de pardilla. Miro a la derecha, miro hacia la izquierda. Cuánta mujer. Me resulta extraño y todo... La cosa es que puntualmente empieza la clase, el mogollón se abalanza sobre las bicis, y ajuste por aquí, ajuste más allá... Me siento en última fila para tener panorámica, y comienza el pedaleo.
A mi eso de pedalear y no llegar a ninguna parte, nunca me ha gustado, pero como mi bici está hecha unos zorros y parece que ésta única manera de hacerme pasar por ciclista...pues cedo.
Música ¡¡¡YYYYYYY VAAAAAAAAAAAAAAA!!!!
Pues tampoco he sido nunca de discotecas, pero mira, bailar sí que me va. Así que rítmicamente voy pedaleando mientras la fanática profe grita y grita, desbocada. DERECHA DERECHA DEREEEEECHAAAAAA. Me pregunto qué quiere decir con eso, yo sigo...
Pedaleo a toda velocidad, a mi me parece que voy a salir volando como la niña de E.T. , pero el resto de la clase ni se inmuta. Decenas de personas se mueven a la velocidad de la luz sin que parezca que les cueste esfuerzo, y mientras, me pregunto por qué hay tan pocas mujeres en bici por las carreteras del mundo, teniendo esta cantera ¡¡¡por dios!!! que alguien me saque de aquí. Pero esto no ha hecho más que empezar. Los gritos ensordecedores de la profe aumentan de tono, de intensidad ¡¡¡arriba!!! y uno dos ¡¡abajo!! vamos vamos tú puedes ¡¡¡arriba!!! uno, dos ¡¡¡abajo!!! Subimos un puntito de resistencia. Y yo cojo y lo subo...¿Dios, pero quién demonios ha inventado ésto?...Al personal frenético no le veo tocar la maneta esa...

En conclusión, que en 45 minutos me bebí medio litro de agua, porque no tenía más. Que no sudaba tanto desde...no sé ni cuando. Que soy una floja y todas esas tías están locas. Que el spinning es un invento del maligno.

Que esta tarde vuelvo.