14 de agosto de 2008

Course des Fiancés

El viernes noche llegamos a Escarrilla. Fue fácil encontrar el camping, igual que a Irene y Miguel que llevaban allí ya un par de días. Alegre cena en El Sarao, sopa y minipollo para la niña.
A las 8 menos diez de la mañana del sábado ya estaba yo refunfuñando porque hasta las ocho en punto no nos dejaban salir de allí....y porque alguien había confundido la bolsa del desayuno con basura orgánica.
En fin, a pesar de todo llegamos bien pronto a Sallent, qué bien, croisants...tengo hambre, digo lanzando miraditas.
Allí poco a poco vamos llegando todos y todas, Karmele y Manager, Irene y Miguel, Jungli, Org...Patricia Cabedo no está, así que su dorsal se lo lleva alegre un aparecido de última hora.

Tras las risas, el dificultoso acople de mis bastones en la hydrapak y la explicación de estrategias, parece que esto se mueve. En efecto ¡¡nous allons!!.
Dicen que la carrera consta de dos repechitos de diez minutos cada uno y una bajadita. Pero no me fio medio pelo. La ruta empieza en leve subida o cruel ascenso, depende de quién cuente la historia y de lo que la narradora quiera excusarse.. Me quedo en la casicola con una francesa que es la premièr fois que la hace...Y yo y yo...
Va avazando la carrera y por ahí delante diviso a Rubens que me espera paseando. Ya estoy.
Y la cosa sigue subiendo y subiendo y subiendo y yo con mis bastones, o banderillas, voy ascendiendo lentamente....muy lentamente. Cruce: A Respomuso por no sé donde o al Collao por no sé dónde más. Subir, bajar....por aquí no parece que haya pasado nadie... per lá, per lá Parece que es por allá.
Embalse de Respomuso. Precioso, y yo que no tengo ganas de llegar padeciendo, sigo subiendo con tranquilidad. Cuando pregunto cuánto llevamos y medicen que 11 kilómetros, y miro el reloj y ya pasan 2 horas y media desde que empezamos, pienso que igual me he pasado de felicidad.
Collado de San Martín, y allí los franceses, que si cantan, que si se van, que si marchan. ¡Courage! Y yo lentamente en ascenso, pensando en aquello de que a todo cerdo le llega su San Martín.
Comienza la bajada y esto parece que ya está hecho: larga larguísima bajada por sendero de piedras, me tuerzo tantas vces el tobillo que pienso que si no me hago un esguince hoy...
Y asfalto, y la luz. Cuesta abajo el cansancio apenas pesa. Al ritmito vamos bajando el Rubens, un francés que ha hecho la larga y la de las piedrecitas. Y parece que tiro y todo. Meta con casi casi seis horas: 5h59'50". Y en meta los compañeros con los deberes hechos, comiendo, riendo, cansados, esperando el bus...El año que viene hay que volver, pero ahorrándonos el autobus. A las 9 de la noche y tras pasar por Lourdes de casualidad, estamos cerca de la salida. Y es cerca porque el señor autobusero decidió que allí nos dejaba. Despedida de Jungla-trofeo y Org, nosostros seis haremos un post carrera de los buenos, con cena y vino y planes y batallitas...como en casa.
Y ni se me olvida que lo que corrimos fue la course des Fiancés, que este año fue de Sallent a Arrens Marsous, ni que en total fueron 35 kilómetros, ni que es una carrera con historia. Ni siquiera me olvido de contar que cada año se hace en un sentido y que es una de las carreras más bonitas que he hecho hasta ahora. Tampoco se me olvida darle las gracias a los que me convencieron de que valía la pena ir.

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