de aguaceros y despropósitos

El sábado, tras las escaleras y las mangueras, lo que tocaba era descansar para la media e irnos a ver a Extremo. Como llovía, me dije: pues lo suspenderán. Y para evitar que nos pase como con Calamaro, concierto del cual aun no se si me han devuelto el importe...nos quedamos en casa. Por supuesto, al final sí hubo concierto.

El domingo a las 7 menos algo sonaba el despertador, desecho la opción de pasar de la carrerita que me ofrece Rubens, no sin pensármelo bastante, y nos ponemos en marcha. Rumbo a Benicarló, hacia la negritud, lo desconocido...la tormenta. Por el pueblo caminaban sin prisa decenas de corredores en chandal, algunos con paraguas, otros bajo toldos, pero todos con una tranquilidad extraña. Buf, esto tiene pinta de estar suspendido. Aparcamos y andamos. Chicaveloz1 nos grita que se ha suspendido chicaveloz2 me pregunta a qué hora había quedado patri. Ya no da tiempo Regresamos, vamos a Benicassim a hacer un entrenillo por la playa y después a ver si llegamos a las cervecitas con esta gente. En la salida de la AP7 Oropesa-Benicassim caian chuzos de punta y seguimos a Castellón, donde luce el sol. En fin...que al final estábamos en Benicassim comprando noséquécosa en un chino. Y al final de todo perdí una apuesta y hubo que ir a almorzar, a cambio de una salida en bicicleta.
A las 5 y pico, bici de montaña, que la de carretera tiene las ruedas deshinchadas. No queda mucho rato de luz, así que no haremos mucha cosa. Borriol, cuestecitas de la Pobla, que Rubens no las conoce. Madroños.
Voy bastante bien, mucho mejor que la última vez, llevo mi desarrolllo normal y no me pesa nada. Las cuestas me cuestan lo de siempre, a Rubens se le ve mejor en ese tramo que en el resto. ¿será escalador? La vuelta la hago haciendo cambios de ritmo que a Rubens no parecen gustarle mucho. En casa con 3horas30, treinta y ocho kilómetros.
Lunes: escaleras, escaleras...de todos los colores y tipos.