24 de diciembre de 2008

Blanca Navidad



El domingo por la mañana...ni para adelante ni hacia detrás, o lo que es lo mismo, ni p'alante ni p'atrás. Con dolores indefinidos, decido que no es buena idea ir a Tombatossals. Qué lástima. Estoy apuntada a Picanya, así que barajo la posibilidad de ir, pero mi GPS cerebral decide por mi, y una hora y diez después de salir de casa, estoy aparcando de nuevo en el mismo sitio. Como si nunca hubiera ocurrido nada. Pinchazos al pedalear, entre maldiciones y gruñidos, me quedo en casa. Por la tarde mejoro, salgo un rato con Irene: una ronda. No me encuentro mal...al principio. Más tarde me toca (y a ella) andar un poco. Nuevos gruñidos, hoy me siento jabalí. Terminamos al trote, diez kilómetros y un poquito más.
De noche, descubro cantidad de humedad en el ambiente: el misterio de la cojera queda desvelado.
El lunes nada de lalala. Soy una mujer nueva. Había quedado con Patry a la una, pero el sentido común me obligó a comer y despertarme del todo antes de ponerme a trepar paredes. De nuevo han pasado meses desde la última vez, así que no se augura un gran día de escalada. Castellet, Diego, Patry, mis piedras y yo. La cuerda me saca la lengua mientras la saco de la bolsa, y el arnés de Rubens seguro que se sorprende de tanto movimiento. Por no hablar de lo que pensarían mis pobres y abandonados gatitos. Pedro Navajas, la vía del avispero, es la primera que probamos A duras penas, la encadeno. Patry y Diego. Pero me he quedao muy picada, así que desmonto la vía y la vuelvo a hacer, esta vez bastante más suelta. Esto marcha. No podemos irnos del Castellet sin pasar por Covetes, por lo menos en estos nivelillos, así que, para arriba. Esta vez: variante. Otro quinto sin más importancia que la que yo le doy. Patry sube y acabamos la tarde de escalada. Y que sean muchas más. Por la tarde, un poco de "algo": Un par de auditorios, unos lidones y ya está el rodajillo hecho: 40 minutos ligeritos.
El martes le digo a Rubens que me lleve a un sitio chulo, las ganasde ir a la ronda tienden a cero. Trotando detrás de él llego a la Fuente de las Elecciones, una muy chula con un chorro central muy alto que apareció como por arte de magia la antevíspera de unas Municipales. De ahí a Avenida del Mar y luego por Blasco Ibáñez a Virgen de Lidón. Al final, cincuenta y seis agradables minutitos, a ritmo indefinido.
Y el miércoles Nochebuena. Y de pescadilla. Lo segundo pesa más que lo primero en eso de no haber hecho nada.

6 comentarios:

lola dijo...

Eso es lo malo de esos trabajos, pero bueno también tendrá sus cosas buenas.
Yo se de una persona que muchas veces ha pasado las navidades o año nuevo en el medio de un pasillo de hospital. Chungo, chungo.
Muchos besitos, y feliz navidad.

Mónica dijo...

lamento eso, pero es como dice lola hay lugares peores.

Bsss. Y espero que pases una buena navidad!

Nos vemos, me gustó tu blog.

bss

depiedraenpiedra dijo...

pues si, feliz Navidad. Siempre hay sitios peores. Por otra parte la pescadilla famosa es fastidiosa sea el dia del año que sea.

Bienvenida, mónica

Zarpazzo dijo...

Joer yo poniendome ciego de lechazo, cochinillo, queso, buen vino y mejor jamon y aqui no parais ni para respirar.....en fin, yo ya he hecho mi concentracion navideña, como los osos hay que coger fuerzas para el duro invierno.....jojojo

Un besazo y Feliz Navidad!!!

Miguel dijo...

FELIZ 2009!!!

Que sea un gran año....de aventuras,de carreras y de piedras!!

Un abrazo

depiedraenpiedra dijo...

jajjaa...feliz año Zarpa, tú pasátelo bien y coge fuerzas, que es verdad que parece que será durete ;)

Feliz año Miguel! sobretodo un gran año de piedras. Que siempre vayamos de piedra en piedra. :) Tú coge fuerzas también, que tienes unos uenos objetivos.

saludos!