me enseñó que mi destino...

Mientras en algunos lugares del planeta se matan a misilazos...
El jueves y el viernes pasaron mis tres mañanas más rápidamente que mis tres tardes.

El sábado era mi primer día de descanso y pensaba salir a rodar un ratito después de la primera Sansilvestre de la serie. A las 6 Silvia pasa por casa y nos vamos en su coche ultramoderno hacia Alqueries. Sacamos nuestros dorsales y los de Patrypodium y Caracol...mientras los buenos calientan, las otras nos vamos de bareta. Me coloco en última fila de la parrilla, cerca de Alpin y detrás de Manolo del Clot: preparados, listos YA!

Y todos a correr como las balas, sigo a Manolo, charlo con él mientras puedo y poco tiempo más tarde, exactamente 16minutos y 0 segundos, paso por meta. Se han acabado los 3500 metros que medía la organización y que marcó mi Forerunner. A 4'34" el mil. Ni tan mal ha salido esto. Esperamos el podium de Silvia-pálida, aplaudimos, charlamos y nos vamos. Y al llegar a casa no fui capaz de complir el plan y salir a hacer mi rodadita prometida. Ceropamí.
El domingo la gripe me duró una hora. O quizá Rubens me traspasó su resaca. Pero la cosa fue que ni se me ocurrió hacer lo que tenía pensado. Pero a la tarde cogimos los trastos, y tiramos pa monte.

El Lunes nos levantamos con la esperanza de que hubiera nevado, pero no: sólo niebla. Para no salir demasiado pronto, pasamos antes por el ShedMarks, donde Rubens se hace con una equipación que espero que usemos en breve. A las doce del día se nos antoja que es una buena hora para empezar con la salida: no hace sol, pero hace bastante menos frío. Llevamos el track con la marxa de ese año, la entreparets. Encontrado el punto de inicio, comenzamos. Parece que llevamos mucha ropa...vamos hacia lugares despejados, sin frío. Subiendo y bajamos vamos pasando por lugares que el día de la carrera ni siquiera vi. El bosque de la Parreta está señalizado y explicado. Hacemos doce kilómetros trotando y andando a trozos, sobre nieve y piedras y hierba... medio despistados a tramos y con Rubens diciendo cosas como: nos hemos perdido y no me lo quieres decir. Qué poca confianza...si esto del Forerunner es un inventazo...
Cuando pasamos por una lado de la carretera, la tomamos: carretera de Mosqueruela. Por ella corremos (o trotamos) diez kilómetros hasta adentrarnos en una masa blanca, húmeda y espesa en la que adivinamos Villafranca. Buen rato, 22 kilómetros y algo.