De Puerto a Puerto

Para mi aún es viernes, aunque todos me digan que es sábado.
A las diez de la noche salimos del Grao para volver a hacer lo que algunas veces antes hicieron otros: unir a pie el grao de Castellón con Puertomingalvo. Del puerto al puerto.
Por larga o por romántica (la marcha) o por masoca (yo) hace tiempo que pensamos en esto, los que lo harían en bici de montaña, los que saldríamos a pie y algún independiente que se decidió a hacerlo en bici de carretera. Los que irían en coche también lo organizaban, serían avituallamiento y transporte (y compañía para almorzar)
Salimos de la rotonda del Port Castelló, por aquello de que en la foto se viera algo del puerto, y comenzamos la marcha: tenemos 16 horas y media de margen. Deberíamos llegar a comer a las dos y media. Hemos hecho mil cálculos, y o me gusta ninguno. Si la trans fueron 17 y la mim 11:30…y esta tiene 82 km, pero no es más que la mim con unas prolongaciones por delante y por detrás…. y a es b pero no c....no me salen las 15 horas iniciales ni de coña, y por eso propuse salir a las diez de la noche y no a las 11.
Somos cinco:
Oscar, que en breve pasó a ser el fustigador (muy a su pesar), que va como una moto y todos lo sabemos.
El padre de Juan. Cuando llegué al grao no tenía yo ningún conocimiento de quien era Juan y mucho menos su señor padre. Encantada.
Miguel y su novia. El nuevo de la seis. El hombre en que su turno no confíaba demasiado. Y ella enfermera por lo que pudiera pasar.
Por el camino de la depuradora (camí fondo) entablamos las primeras conversaciones, ¿y tu que tiempo hiciste en vilavella? ¿yo?...pues no lo sé…¿no lo sabes?....no. Mi cara indicaba que su pregunta me parecía una tontada más y la suya que nunca se creyó que no me acordaba.
Hay quien no conocía a ninguno, pero nadie conocía a todos. Castellón, ronda este, castalia. Es de noche y vamos avanzando a buen paso, charlando ora contigo ora con aquel. En la cantera de Lubasa caen gotas. Pequeñas gotas. Pronto paran y hacen que recobremos la paz interior. GR 33, el sendero de la luna llena, aunque esta noche de luna tenemos más bien poca. Sin embargo no es del todo oscura.
Subimos a la Pedra de Borriol sin demasiadas complicaciones, vamos más o menos al mismo ritmo, aunque creo que todos pueden ir a más de lo que van. O casi todos. Y he dicho pueden. Pou del Mollet. Aquí comenzaron mis primeros problemas. Sueño. Mucho sueño. Voy de lado a lado de la pista, los ojos se me cierran….es tan pronto…. Además respiro por la boca y me duele muchísimo la garganta, voy perdiendo la voz, no puedo hablar...Bassa de les oronetes. Decido tomarme el super gel que me queda de la trans. El gel mágico, el sobrecito azul….a los pocos minutos puedo andar en línea recta y ¡eureka! Desaparece el dolor de garganta por arte de magia. Llego a Useras en un estado de euforia absoluta. Los sobres son legales y los venden en tiendas de bicis. Amanece cuando estamos por un desierto a medio quemar. Aun así me parece un lugar hermoso. Y parece que vamos a llegar bastante antes de lo previsto a Sant Miquel de les Torroselles. La caña que nos ha ido metiendo Oscar ha dado sus frutos. ¿trotamos? ¿trotamos? ¿aprovechamos la bajada? La razón de la prisa no era suya , sino de un compañero que debía comer pronto. No debíamos hacerlo esperar.
Bajaditas divertidas por piedra que voy haciendo muy a mi aire, misteriosamente me he colocado adelantada y voy bastante dispersa y feliz. Repito que los sobres son legales. Pero el padre de Juan va a abandonar en San Miquel, no puede con las ampollas. Y Miguel y Maribel parece que han decidido lo mismo, aunque yo les veo muy buena cara. Aún así, san Miquel está 7 kilómetros antes de lo que pensábamos. Buenas noticias para Oscar, para Goterris y para la boda a la que debe asistir Goterris.
En San Miquel nos recibe Albero sonriente ¿Cómo vais chicas? Muy bien muy bien. Coca de tomate, coca de manzana y coca cola. Cocainómanos. Poco a poco va apareciendo el convoy de compañeros que después irán a almorzar a Atzeneta con los de las bicis. El almuerzo espabila a la parejita que se iba, que decide que sigue hasta Xodos. Hasta Xodos pues.
Hasta Xodos el camino es duro. Aunque me resulta corto. Miguel, al que sigo viendo muy buena cara, tira hacia arriba como un descosido. Ni xino xano ni nada, ese tío iba a toda leche por ahí parriba. La lloma Bernat. Por fin vamos a deshacernos de ella, la superamos sin demasiada dificultad, aunque a un ritmo más bajo que el que llevábamos. Nos vamos a librar de subir a Xodos, rodearemos el pueblo por el Gr y listo. Gran idea de Albero. De allí saldrían un par más de compañeros que finalmente se lo guisaron y se lo comieron, llegaron a Puertomingalvo y se sentaron a esperar. Pero nosotros estamos bordeando Xodos, allí se despide la parejita. Lo han hecho genial, entrenan poquito y han sido capaces de llegar hasta aquí. Y sigo pensando que hubieran podido acabar si hubieran querido.
En fin, toca subir el Marinet. A mi el Marinet se me atraganta en la MiM y también cuando lo subo empezando en xodos, así que imagínate como me sienta tras una noche sin dormir . Mal. O incluso muy mal. Oscar...tira....llega a comer....ya llegaré... Oscar pasa absolutamente de mi y se dedica a darme geles y ánimos hasta que por fin se termina el Marinet, retomamos el GR en el plà de la creu y llegamos a Sant Joan antes que nadie. Que los coches y que las bicis. Aunque nosotros pensamos que ya se habían ido todos. Pero cuando íbamos a continuar llegaban Albero y la parejita: ni rastro de las bicis. Entonces....nos adelantarán por la pista....y...¡¡¡ya no hay prisa!!! Vuelvo a estar eufórica, sólo nos quedan catorce kilómetros de pista. Llueve y empieza a hacer frío, pero me da igual.
La pista sube y rodea mil y una montañas que forman un precioso valle lleno de niebla, por el que a su vez, pasa la senda que podría evitarnos todos esos kilómetros de pista. Senda que no conocemos del todo. Así que avanzamos por la pista. A los cinco kilómetros ya voy reptando, las continuas subidas y bajadas me cansan absolutamente y no puedo más. Oscar de nuevo me ofrece geles y ánimos. Pero voy cada vez más y más lenta. Vuelve el sueño, el dolor de garganta y además aparece el agotamiento físico y mental. Queda poco, queda poco, queda poco....pero no sé cuanto queda. Un coche amarillo para junto a nosotros, es Teófilo. Teófilo es de las pocas personas que ha terminado esta marcha. Nos aconseja que tomemos la senda (un PR) que baja al barranco y evita la agónica pista. ¿Cómo vas? Voy justita. Bastante justita. Teófilo se va y al rato vuelve. Insiste en que es mejor que vayamos por la senda,pero sin conocerla...la verdad es que no me apetece demasiado perderme. Llevo ya las manos congeladas y mojadas, tengo frío. Continuamos andando y lo lejos se ve parado el coche amarillo de Teófilo. Y a él que saca una especie de hule del maletero y un sombrero de Magdalena. Nos espera y nos acompaña. Con su pantalón de vestir y sus zapatos de cuero, por el barro, bajo la lluvia. Charla con Oscar , reimos...voy a ratos. De bajada genial, mal de subida. Y tras una última tachuela que ya no meimportó nada, entramos en Puertomingalvo. A las 14:30. Justamente en el tiempo necesario. Ochenta y dos kilómetros. Un poco menos de cuatromil positivos.