La revancha de Doña Jimena (camino del Cid I)

Como si Doña Jimena se hubiera arremangado las enaguas cuando Don Rodrigo la dejó con el clero en San Pedro de Cardeña y agarrando sus bártulos hubiera decidido salir a poner orden entre tanto castellano y tanto invasor. Esta es la historia de una, con uno, que quisieron seguir los pasos del desterrado, en bicicleta a falta de caballo.

Monté el portabultos de la bicicleta la noche de antes, sin darme cuenta de que me faltaban piezas. Suerte que a Rubens le sobraban esas mismas y solucionamos la papeleta con un poquito de ingenio. Y los mapas de Alfonso los terminé de ordenar después de montar el portabultos, mientras hablaba con un amiguete que tampoco entendía como puedo ser tan desastre. Y el equipaje lo hice esa misma mañana, mientras Rubens iba a buscar el coche de alquiler. Con tanta previsión nada puede salir mal. A fin de cuentas, dudo mucho que ni el Cid, ni los cien castellanos, ni mucho menos su paciente esposa, supieran exactamente por donde iba a pasar.

Martes. Etapa I: Burgos-Santo domingo de Silos. 74km.

En Burgos dormimos en el camping-albergue Fuentes Blancas. Todo para nosotros. De allí salimos sin demasiada prisa a las 9:54 de la mañana. Las diez. Y por carril bici comenzamos el pedaleo hasta su final, enlazando con una carretera que nos condujo al Monasterio de san Pedro de Cardeña, que, como no era festivo ni fiesta de guardar, estaba cerrado a cal y canto, conformándonos pues, con unas poco afortunadas fotos de su fachada principal y del primer cartel de la ruta que encontramos en el camino.

Aunque mi mapa guía me enviaba a seguir recto por una carretera que nos conduciría al siguiente pueblo, Rubens, en un ataque inédito de intrepidez decide seguir un cartelito rojo que rezaba "camino del cid". Evidentemente, era un cartel que pretendía guiarnos por la ruta del Cid. Y el cartelito seguimos, y al cartelito maldije trescientas veces. Aunque, a posteriori, confieso que no estuvo tan mal. Tras unos ocho kilómetros de pistas entre cultivos y algún campo de patatas llegamos a un pueblo ¿qué pueblo es este? ¡Mondúver de San Cibrián!

.Y me quedé algo más tranquila sabiendo, que por lo menos, estaba dentro de mi mapa. Localizada con ayuda la salida del pequeño pueblo, bajamos un considerable puertecito, yendo a parar a un cruce de caminos. Creo que se me ha volado el mapa. ¿qué qué? Rubens decide que sin mapa no se sigue, aunque yo pienso que para qué quiere el mapa si va a desviarse de él en el primer cartelito que encuentre. Pero aún estoy pensando en ello cuando veo que se pierde hacia arriba, al rescate del importante mapita.

Mientras tanto....

Sentada en una piedra miro los carteles de cruce. ¿necesitas algo? ¿quieres un mapa? Me levanto...esto...hombre...puesss..... en poco rato el simpático funcionario de la diputacion de Burgos me había explicado el mejor camino y me había dado dos mapas, uno con el Camino en Burgos y otro con todo el Camino. Pues ahora.... ¿has pinchado? me pregunta el ciclista que me ve bicicleta en mano mirando la cuesta....no....oye....si ves a uno por allá arriba....dile que ya tengo mapas....Al poco rato aparece rubens con cara de pocos amigos. No sé por qué...si ya tenemos mapas....

Atravesamos los Ausines, seguimos por carretera comarcal solitaria hasta Revilla del Campo y Torrelara, donde el cristiano que debe haber en cada pueblo nos indica el camino a Cubillo del Cesar por caminos de concentración. Que quiero pensar que son caminos utilizados para unir pueblecitos. Tras un rato de indecisión y pérdida, llegamos a Cuevas de San Clemente donde tomamos una carretera un poco más seria que nos lleva hasta Mecerreyes y Covarrubias. Saliendo de allí, comienza a llover, y nosotros sin saber qué nos deparaba el futuro, nos ponemos los chubasqueros. Y al rato ya no sé si había más agua por fuera o por dentro, la carretera se había convertido en una sucesión de preciosas vistas e igual de preciosas pendientes que nos dejó definitivamente, a dormir en Santo domingo de Silos. Dejamos la visita al desfiladero de la Yecla para el día siguiente, no es temprano.