De pueblo en pueblo

Y el viernes no fue mucho más productivo.

El sábado prometía más. Pese a los anuncios de lluvia, nos presentamos casi en el lugar correcto, La araña-piraña, el colega multisport y la piedra de siempre. Pasan los minutos...estos andaluces, que impuntuales son. Como los canarios menos mi amigo ruy.

Un día me morderé la lengua y me envenaré...lo que pasaba era simplemente que no estábamos en el sitio adecuado. Unas rotondas más tarde, nos encontramos con Fer, La Kiya y el Kiyo. Ya somos 6, con una cuerdecita más estaríamos de miedo... pero bien así.

No conocía la escuela de Vallat. No es un lugar que una se encuentre de casualidad. Cuando llegamos, decidimos rápido. Me agencio un cuarto para calentar y Los Kiyos un V. Patry está inspirada, así que sube la primera y de primera. Muy bien y muy todo. Salvando la preocupación que despertó la pregunta ¿esto para que sirve? en la expedición, lo demás, correcto correcto. Y yo pululando. Cuando me tocó, bajé la cuerda y me escalé mi Psicochapas (IV) sin ningún problema....Pues sí que era fácil, sí. Aprovechando la coyuntura del kiyo escalador, encadeno en top y tranquilita (con algún vaivén inicial) La selva (V).

Y como empezó a llover, se jorobó la mañana escaladora y se transformó en jornada comedora. Primero al bar, luego a disimular al campo de tiro (montanejos), donde Patry nos descubrió bonitas e imposibles vías, y más tarde a comer. De escalar, nada de nada.

El Domingo hasta me puse nerviosa. Y qué gracia, a estas alturas...pero sí. Desde la malograda, -como dicen en los periódicos- Alfondeguilla no participo en una carrerita de montaña de las de casa. Las de la multitud y las caras conocidas, los piques, los ya se de que va este....Me apetecía mucho, la verdad, porque casi no sé cuál será la próxima que me cuadre.

El recorrido lo conocía porque el año pasado, el día que un desaprensivo me arrancó el retrovisor derecho (podría ir haciendo el pensamiento de repararlo)

, la entrenamos juntos. Cuando eso aún no era Ultra-Irene y Ultra-Miguel.

Dan la salida (creo) y empezamos a correr. Y yo con mi dorsal que pone"Acedo", que no sé quién es.

No sé si la salida era neutralizada o no, pero vamos como si os fuera la vida en ello. Menos mal que poco a poco se tranquiliza la cosa.

No me siento mal, ni bien. El persistente dolor, o la persistente molestia, del isquio izquierdo sigue ahí. Y bueno, intento no hacerle demasiado caso. Es muy soportable. Sube-y baja sube-y-baja, tapón, subida. Bajada.

Chispea.

Subida. No es un tapón, es una fila que me viene genial, me noto la respiración bastante forzada. Sobre la meta volante me dan caza las suertecitas. Y Chispea algo más. Barro en la bajada. Curiosamente me vino bien, pude adelantar a unas cuantas personas y eso me dio bastante vidilla. El resto sólo era aguantar. Y meta. 2h20'. Pues, como siempre, lo que hay.

Los chicos de la organización de esta carrera se lo curran mucho.