16 de abril de 2010

Como si fuera yo Don Quijote ( y IV) de allá a más acá

Sábado ¿ya? El tiempo pasa tan rápido que creo que puedo oírlo. Debe ser el tictac de ese reloj que escondí una vez dentro de un armario.
Dormí en el hotel Ercilla Don quijote, muy propio. Lo descubrí justo al salir indignada del hostal Aldonza, tras una absurdo intento de conversación con el jovenzuelo que hacía las veces de recepcionista.
Salí no muy tarde, rumbo a Campo de Criptana. N420 y viento lateral. Ideal para estamparse contra uno o varios camiones. En eso pienso mientras pedaleo animadamente. De pronto me siento como en casa. ¿será una alucinación quijotesca? no, efectivamente son tanques de hidrocarburo. CLH. Como los que veo desde el trabajo. Si don Quijote se hizo la picha un lío con aquellos molinos, no sé qué le hubiera ocurrido al encuentro de estos tanques.
Y en estos pensamientos voy mientras sopla y sopla el viento y no avanzo más rápido de 15km/h, aún cuesta abajo.
Campo de Criptana recibe al visitante con una escultura de Don Quijote y Sancho Panza, y a cada pocos metros hay señalización para llegar a "molinos", porque allí es a donde queremos llegar casi todos, me temo.
Los Molinos están allá arriba, lógicamente en las atalayas, porque es ahí donde sin duda sopla más viento. De hecho, ese día rozaba lo insoportable, así que no pasé más del tiempo necesario para sacar las fotos de rigor e inmiscuirme en un reportaje de japoneses. Luego bajé hacia la carretera, con intención de llegar al Toboso para conocer la Casa de Dulcinea, es decir, la casa donde habitaba la mujer que dicen que inspiro a Cervantes el personaje de la novela.
Intentaba salir del pueblo sin ir en dirección prohibida, pero empezaba a resultarme complicado, porque dos o tres veces, en las calles que escogía, me tropezaba con un multitudinario entierro, con su coche fúnebre y sus acompañantes a pie. Y la Nere detrás del cortejo con la bicicleta.
Al final, triunfó la dirección prohibida.
Y al salir del pueblo, volvió el viento. Viento cruzado, incómodo, peligroso...
Media vuelta, y llamar A Renfe a preguntar por el tren que lleva hasta Villarrobledo. Hoy no estoy luchadora, no quiero pelear contra el viento.

Quedaban 4 horas para que llegara el tren, así que tenía 4 horas para empaparme de molinos hasta la saciedad. Tomé la carretera que lleva hasta ellos y me desvié hacia la derecha, por otra que me pareció más agradable que la mía. Se estrechaba y serpenteaba, siempre ascendente. Al final, una ermita más grande que pequeña, blanca, impoluta. "santuario de la Stma Virgen de Crptana". Y sabe Dios que no soy yo de iglesias, pero aquella ermita me atrajo por el color blanco inmaculado de sus paredes y por lo alta que estaba. Y allá subí y allá me quedé. Tumbada en un banco, bajo el campanario.
Estoy en Campo de Criptana
durmiendo bajo una Campana
Porque con el viento que hacía
Iba a pedalear su tía.
Me dice Ruy que la segunda parte de esta estudiada composición es poesía callejera. Pero poesía al fin. Esto es una señal clara de que me impregno de tanto ambiente literario.
La vista desde la ermita es espectacular por la amplitud del paisaje: la eterna y marrón meseta.
A la hora adecuada bajé de mi destierro y llegué a la estación de tren, que hizo que la del día anterior me recordara a la Puerta de Atocha. Este apeadero debe estar cerrado desde hace décadas. No obstante, sigue parando el tren en él. Espero.
Un rato estaba nuevamente en Villarrobledo. El camino a la inversa me había costado una hora días antes, hoy me costaría más, seguro, el viento no parece que vaya a darme tregua. Intento evitar la Nacional todo lo posible y me meto por una vía pecuaria casi paralela por la que voy más segura, aunque igual de lenta. Más tarde la vía pecuaria desaparece en la carretera nacional y un poco más tarde llego a San Clemente.
Y parece que esto se ha acabado, así, de pronto. Cuando una mejor está. Cuando aún no le ha dado tiempo de crearse una rutina.
63 km dando vueltas, 13km/h.
Fin de vacaciones. Ahora a empezar de nuevo, otra vez, tantas cosas...

6 comentarios:

Genín dijo...

Me has dejado de lo mas intrigado con el intento de conversación con el jovenzuelo recepcionista y que salieras cabreada...jajaja
Esa ventaja de las direcciones prohibidas que tenéis los ciclistas me da envidia...
Vuelta a la rutina te toca, aunque tu tengas poco de eso...
Besitos y salud

Alfonso dijo...

Esto de los relatos por capitulos son de lo más interesante, te mantienen enganchado. Bueno, aunque vuelvas a tu rutina seguro que por tu cabeza rondarán nuevas aventuras para disfrutarlas y contarlas con esa gracia y soltura que tienes.
Felicidades.

depiedraenpiedra dijo...

Ays genin es que había que sacarle cada palabra con cuchara y me puso negra!! :) lo de las direcciones prohibidas, bueno, no está del todo bien...

gracias alfonso me dejaste unas etapas muy apañás. Ahora vuelvo a la rutina, pero mmm..sip, voy pensando en engancharme con unos que se van a hacer no sé qué a Huesca en Mayo....

gracias por la visita chicos!

Alfonso dijo...

Encantados de tenerte en el grupo, todo preparado y ... vale,vale, te tendré más informada.

BUSCAMURS dijo...

Leo la crónica de tu última peripecia, aventura o como quieras llamarlo... y no salgo de mi asombro.
Sólo puedo desearte que sigas mucho tiempo haciendo esto y contándonoslo.

miguelflor dijo...

Nere, no defraudas, eres da gusto leerte porque comentas las cosas tal cual las vives y eso le da un halo de credibilidad perfecto que hace que nos metamos en el guión.

Envidia me das, cuando te pegas estas incursiones aventurescas, y que tanto dan de si a nivel personal. Cuidate.