27 de junio de 2010

Un ala de menos (no te las cortes)

¿será verdad que se ha casi solucionado mi formidable lío con vodafone? no cantaré victoria aún, que me temo que es pronto todavía....

El domingo me había entretenido con el Mapsource durante un buen rato. Efectos secundarios de no tener internet. El resultado de ese rato, entre otros, fue un gracioso recorrido de 42 kilómetros-señal divina- y no me acuerdo cuánto desnivel que surgía de unir ciertos caminos de Borriol con la Petjada de San Joan de Moró. -Qué bonito, qué bonito-pienso, emocionada. Y además tiene forma de ángel o demonio. O murciélago tal vez. Juzgue usted mismo.




El lunes salimos a probarlo. Al principio recorríamos una parte de la marxa a peu de Borriol, y al llegar a cierto punto nos desviábamos por un camino en el que pronto empezamos a encontrar señales inequívocas de la petjada. Una trozo de cinta aquí, otro allá. Aquí una marca, allí más cintas. Me da la sensación de que ni una sola cinta han quitado entera. Bordeamos cierta cantera de ruido ensordecedor que al principio me hizo pensar que nos aproximábamos a una versión autóctona de Jurassic Park. Pero no, no eran más que retroexcavadoras. Lástima.
Llegamos a Sant Joan y decidimos no entrar al pueblo. Vamos a ponerle un poco de riesgo a ésto. ¿Para qué entrar a repostar agua si podemos ir secos bajo el sol abrasador durante algunas horas? Saliendo de Sant Joan encontramos una -quizá- pedanía en la que no había fuente pero sí unas personas muy simpáticas que nos ofrecieron una botella de agua.
Tras eso, continuamos el camino hacia arriba, como pequeño aperitivo de lo que encontraríamos más tarde: El tozal del Mollet y su senda de subida, con su senda de bajada, porque, por muy bonito que fuera el sitio, no era plan de quedarse allí para siempre.
En un tris estuvimos de escaquearnos de subirlo, pero no encontramos el atajo y no hubo más remedio que ponerse manos a las piernas y tirar para arriba con más o menos alegría.
Y llegamos arriba. Y por lo tanto tocaba bajar. Y en la bajada encontramos la ermita de Sant Vicent, con sus banquitos y su fuente de agua fresca. Afortunados somos. Un poco más tarde estábamos de nuevo subiendo a alguna parte, rumbo a Borriol. Y enseguida llegamos al punto aquel que descubrí por primera vez con la Veloz unos días antes y que fue la fuente de inspiración para montar este tinglado. Bien, si seguimos por aquí han de quedar unos 12 kilómetros. Por aquí queda menos...
Rubens hizo la elección correcta, así llegamos a Borriol a una hora aún decente para comer. 30 kilómetros. 5 horas 50. Y el angel, o demonio, o murciélago perdió un ala. Y así quedó, de manco:


El martes nos íbamos a Vallat. A escalar, claro. Pero qué calor. Buscamos un sector desconocido para ambos y que estuviera a la sombra. Y eso era "la bajada". Desde luego no puede decirse que se me diera especialmente bien. Realmente incluso podría comentar que se me dio especialmente mal, si no fuera porque días más tarde se repetía la misma sensación, una y otra vez.

El miércoles, lalala. Tardes tórridas de verano.

El jueves seguía haciendo un calor abrasador, pero qué más da. Es verano. Yo llegaba tarde, para variar, después de una intensa y surrealista conversación internacional con Vodafone. Y hay días que pasa de todo, así que era el día perfecto para que el Rubio encallara el coche en el parking del Castellet. Menos mal que no todo el mundo pasa de largo. Para mi todo son señales de mal fario, y ya llegué a la base de Alice Proyect pensando que tal vez no era una buena idea. Pero la sube él sin dificultad y yo me animo a intentarlo, pero no hay manera.Y lo peor es que empiezo a creer que hay más de psique que de soma.

Viernes. Rodadita por las cercanías. Desde casa a la Botalaria, de la Botalaria a la Pedra, de la Pedra a casa. A horas de calor, que sin duda son las mejores. O será que yo sigo con mi sobredosis de hierro. O será que me gusta rodar, y me estoy dando cuenta de nuevo. O será el verano. 11100 metros.

2 comentarios:

MANOLI CXM dijo...

¡Qué bonito...! San Joan de Moró..., hoy ha estado Angel Pitarch en mi casa comiendo, es de ese pueblo y residente en Castellón capi.¡Qué bonito... en ese pueblo hacen una carrerita donde te tratan como una reina... , gracias por traer a mi memoria tan deliciosos recuerdos.

depiedraenpiedra dijo...

Se lo curran mucho en esa carrerita, hace un par de años que no la hago, pero después de recordar el recorrido, me parece que en cuanto pueda, vuelvo

salud wapa!