4 de septiembre de 2010

De Alicias y Heidis. (evadiéndome)

Después de la depresión post-NO-UTMB, o bueno, más bien durante la depresión NO-UTMB (utembé, se pronuncia eso) , resultaba que seguíamos en Chamonix, compuestos y sin novio ni carrera que hacer, que es mucho más trágico. Desestimamos, por temas logísticos y cabreo monumental, la posibilidad de participar en la repesca que montó la organización al día siguiente, así que allí estaba yo, con mi habitual hiperactividad, mirando al cielo e intentando reorganizarme el viaje.

Y, de todas las cosas maravillosas que se podían hacer allí, lo único que se me ocurría era repetir los recorridos hechos en remonte mecánico, pero a pie.
Así que el domingo salí rumbo a la mer de glace. Bueno, realmente salí, a secas. Y salí sin agua ni mochila, con la idea de hacer una rodadita de una hora para eliminar tensiones y ganas de asesinar. En el parque de las ardillas encuentro varios carteles que indican varias direcciones: unos conducen a la mer de glace y otros llevan a otro lugar. Como esos lugares, cuyo nombre lamentablemente no recuerdo, no los conocía, decidí continuar hacia ellos. Y el sendero escogido me adentró en un precioso y húmedo bosque lleno de setas y raíces enredadas, musgo, hojas y olor a tierra. Tras algunos cruces de caminos, decidí dar la vuelta y tomar el camino de la mer de glace, que parecía estar bastante más marcado.
Y entonces me encuentro un nuevo cruce con dos vías para llegar al mismo lugar. Opto por el de arriba, por eso de que si va hacia arriba, dará menos vueltas. Vaya razonamientos que hago a veces. Troto por el camino, y pronto éste se hace senda, serpenteante y ascendente, en la cual coincidimos varias personas con cara de querer matar a alguien y con un correr bastante ansioso. Se nos va la vida en esta subida. Y de repente, un bar. O una casita-cafetería. Ahí en medio, en un cruce de caminos. Supongo que para que el caminante decida su destino ante un café au lait o unos crêpes dulces. Eso es Caillet. Dudo unos instante si continuar hasta "la mer de glace", investigar hacia "les bois" o regresar a Chamonix dando media vuelta, que, teniendo en cuenta que no había cogido comida ni agua, me pareció la opción más razonable. Y así terminó la investigación y comenzo el retorno a casa.
Quince kiómetros y algo, dos horas cinco, mil positivos.

El lunes 30 amanecía de nuevo lloviendo y con nieve nueva en las cumbre que rodean Chamonix. Con esa perspectiva tenía poco sentido llamar a la familia veloz para hacer cualquier cosa, así que me tomo la mañana con calma. A mediodía se estará más cómodo. Y salgo a las doce, esta vez equipada con agua, algo de comer, chubasquero bueno... Y esta vez tomo el camino que conduce a "Montenvers, mer de glace per les Mottets".
Se trata de una pista ascendente que bordea alegre una ladera que termina abajo en el valle, y que está señalizada con un punto rojo que puede que sea del Tour del Mont Blanc.
Setas por aquí, setas por allá. Setas de todo tipo. Lástima que sólo conozco el robellón y la amanita muscaria.
De pronto, una bandera Suiza que no quiere decir que estemos en Suiza. Se me ocurre que pueda ser algún tipo de reivindicación nacionalista, al estilo del Foreigner you are not in Spain, welcome to the Basque Country pero me temo que eso se me ha ocurrido por el poder de la costumbre.
Junto a la bandera, pasamanos y escalones, y, una vez superados, aparecía una curiosa cabaña de madera, con flores en las ventanas, jardineras colgantes y una inexplicable fuente... Me sentí, seguramente, como Alicia a través del espejo.
Frente a la casita, el Dru.

Ahí, magnífico y majestuoso, con la cima oculta entre nubes. Por esa cara es totalmente magnético.
Me despego de la visión y continúo el camino, que alguien ha equipado a tramos, supongo que para no complicar demasiado la vida a los caminantes invernales, así que se van sucediendo escalones (pedales) clavados en la roca, escaleras de mano, cadenas... Y llega un nuevo camino que elegir, podría ir directamente hasta mer de glace, o dar un rodeo y ver el viaducto del tren de Montenvers. Y eso me parece la mejor opción, todo por alargar esto todo lo posible.
A todas esto el tiempo estaba ideal, llovía a ratos y a esas alturas, sobre los 1800 msnm, se sentía algo de frío. Lo más sorprendente del viaducto era la pendiente, teniendo en cuenta que es un paso de ferrocarril, por más que éste sea un tren cremallera
.Y ya estoy en la estación de Mer de Glace. Me parece que voy a subir hasta Le Signal Forbes. El camino está muy bien marcado, es una senda que se va volviendo más y más pedregosa a medida que gana altura, y que termina en una cumbre, que por accesible ha sido relegada a mirador. 2204 metros. Las vistas son espectaculares a pesar de la niebla, y de pronto...nieve. Nieve que no termina de cuajar, pero nieve. No es un buen día para seguir hasta plan de l'aiguille, creo que el teleférico está cerrado por mal tiempo y debería volver por el mismo sitio, no tengo tanto rato, a fin de cuentas nos vamos hoy...
Bajo y regreso casi por mis pasos, a trote alegre bajo la lluvia. 23 kilómetros y pico, con unos 1200 positivos. Cuatro horitas.
Tengo que volver.

8 comentarios:

Genín dijo...

¿Y eso de Mer de Glace es Mar de Hielo?
¿Y habia un glaciar o lo hubo?
Besitos y salud

lola santana dijo...

Bueno al menos las clases de francés te han servido para no perderte en el mer de glace.

Irene dijo...

Pues claro que hay que volver!! Por cierto, ya he vuelto de mi Tour de Francia particular, a ver si la semana que viene quedamos y hacemos un entrenillo, que tendré que empezar a hacer algo...me estoy acostumbrando al sofing...
Nos vemos guapa!!

JoseCarreras dijo...

Menudas fotos, que paisaje, que envidia......
Bueno dejate las carreras francesas hasta el año que viene y a ver si te vemos más por las de aqui.
¡¡ Muchos ánimos !!

Alfonso dijo...

Has de volver al UTMB, si los gritos de salida son de pelos de punta, imagínate la llegada. Al menos te atrevistes ha hacer un par de aventuras, las fotos son espectaculares. Arriba ese ánimo, te espera la de Javalambre...me se de un trozo de GR-7...intuyo un PRV-225... y conociendote seguro que mucho más. Lo de la tercera década, los que tenemos alguna década más te podemos decir que estás en el mejor momento.

Un saludo.

MANOLI CXM dijo...

Una vez más, gracias por compartir esos momentos tan bonitos. Un abrazo. Cuidate y ves preparandote que ya está ahí la K25, la Gr10X, otra ultra en Chiva el 12 de diciembre que ya te imformo y a ver si este año haces la liga que estamos preparando una en Valencia para no tener que ir a Alicante. Bss fuertes

depiedraenpiedra dijo...

genín, es mar de hielo, es el glaciar más grande de Francia.
Mira, una foto
http://en.wikipedia.org/wiki/File:Merdeglace.jpg

Bueno madre pues sí, para eso y para pedir algún cortado.

:) volveremos veloz :)

Gracias Jose a ver a ver...si coincidimos en alguna cosa por aquí. Igual me animo con una media de asfalto...

Alfonso!! de Javalambre nada, aunque curiosamente tengo ese fin de semana libre y podria ser una señal. Pero lo del GR7 hay que ir concretándolo. Y tb una salidita por los órganos de Benitandús que me he enterado de que hay cierto camino que enlaza eso con el poblado abandonado del Xinquer....

Cuantas cosas manoli :) lo de Chiva creo que no puedo hacerlo, porque trabajo ese finde, pero desde luego haré todo lo que pueda por repetir el GR10, lo organizasteis tan bien el año pasado...Mucho ánimo con todos tus proyectos, te leo. Un beso

Lola Steiner dijo...

Me encanta esto de que reconozcas a simple vista a una amanita muscaria! :D