11 de junio de 2011

Cuál será la salida de Valdelinares...

Aparte de un día, soleado pero gris oscuro, en el que me dio por subir al desierto a buscar no sé qué que no encontré, no he vuelto a salir a rodar. A rodar a pie. Aquel día en que buscaba el no sé qué y la calma de un día entre semana lo que encontré fue una escandalosa excursión de niños que cantaban y corrían, surgiendo de sendas y caminos, apareciendo tras las cimas e irrumpiendo en mitad del -deseado- silencio.
Rodadita sin sentido y bastante surrealista.

Y empezaron los días de bicicleta. Por la playa ya se hacía corta la vuelta, así que arriesgándome a no poder volver, nos vamos a Oropesa por la costa y sus cuestas. Pues sí. Las cuestas de Oropesa. Y claro, para qué me quejo, ya me dijo la Kiya...si fueras por la vía verde como todo el mundo...
Pero llegué a casa muy contenta, aunque hubo momentos del trayecto en que deseé estar tranquilamente viendo una peli de Woody Allen. Como midnight in Paris, que creo que aún le da tiempo a usted de verla en el cine, siempre y cuando estemos en Junio de 20
11.

Y días más tarde, más rodaditas en bici por la playa.

El fin de semana tenía libre y sin nada definido que hacer, y, casi in extremis, me apunto con Carmen a la Valdelinares-Alcalá-Valdelinares. 28 kilómetros decía. Y casi no llego a tiempo a la salida, y menos mal que allí en la plaza estaba Pascual para prestarme 5 euros y Carmen para sujetarme las cosas mientras me pinchaba el dorsal por cualquier parte de la camiseta. Y dan la salida, así que empezamos a correr a toda velocidad. Carmen por aquí, Carmen por allá. Hacia arriba se va, hacia abajo no se va. El recorrido es una cosa bastante curiosa: una empieza subiendo a lo alto de las pistas de esquí por una pista azul, o roja, no me acuerdo bien, y una vez allí, emprende la bajada hacia Alcalá de la Selva, que está unos diez kilómetros más allá. Pero resultó que íbamos Carmen y yo, y una perseguida perseguidora, debe ser que mirando los pajaritos y hablando de nuestras cosas cuando de pronto ya no estábamos donde teníamos que estar, sino un kilómetro y pico más lejos. Y para qué íbamos a recular si podíamos enlazar de nuevo con el recorrido yendo campo a través, trepando algunos bancales y sorteando algunos pinchos. Y aún me decía nuestra amiga la perseguidora que si atajábamos nos podían descalificar.

atajo.

(De atajar).

1. m. Senda o lugar por donde se abrevia el camino.

2. m. Procedimiento o medio rápido.


Aquello ni acortaba, ni era más rápido. Y encima estaba lleno de pinchos.

No obstante, llegamos a Alcalá. Y allí se quedó nuestra amiga, y desde allí apenas volví a ver a Carmen, porque, siendo aquello camino de ida y vuelta, los diez kilómetros que habíamos bajado, ahora tocaba subirlos, y sabe Dios lo mal que se me da hacer eso.

Total que con el frío y la humedad llegaron los calambres, y con el cansancio la tristeza, y al final llegué a meta sin demasiadas ganas y bastante melancólica. Pero como a estos lugares recónditos no viene a correr ni el Tato, resultó que quedé cuarta de la general, llevándome por ello un estupendo -y grande- jamón de Alcalá de la Selva. Jamón de Teruel. ¡viva el jamón!

Y como Carmen quedó tercera, nos invitó a un picoteo estupendo con el que acompañamos el bocata que nos habían dado. Será por comer.

La pena (o no) es que desde Valdelinares me iba a Monreal del Campo a buscar a Patrikinder, y el Jamón iba a quedarse un día y pico en el maletero...

Pero eso lo cuento otro día.

5 comentarios:

Genín dijo...

A lo mejor has inventado un proceso nuevo para tratar AL JAMÓN con dia y medio de maletero...jajajaja
Ya contarás que tal estaba...
Besitos y salud

JUNGLA dijo...

Eso de ¡Viva el jamón! me recuerda a tu "amigo" ;-P Rajoy cuando dijo...¡Viva el vino! ;-P

ojse dijo...

Olerá el coche divino, sí.

Y más en pleno junio...ufff. Eso, me temo, es más motivo de descalificación.

Y no digo a perpetuidad, pues mira, por no dar ideas...

Lola Steiner dijo...

Dios mio, ese coche nunca volverá a oler a nada distinto a jamón. Qué maravilla....

depiedraenpiedra dijo...

jejejejej el jamón sigue conmigo.