8 de agosto de 2011

Lugares de agua


Pues comenzó agosto, y yo, agostizada, que para mi es igual que hiperactiva, cojo el cochecillo y aparco un rato tarde en el Voramar. Y de allí salimos los cuatro disparados vía verde arriba. Y yo, sin control de velocidad porque el Forerunner definitivamente ha pasado a mejor vida, me pregunto si no vamos muy rápido. Aunque Teo, delicado, pregunta cómo voy y Miguel baja un poco el ritmo a trozos y Ximo se frena alegando estar aún cansado del maratón del Aneto. Menos mal que la vía verde no es la Vía augusta. Pronto termina y estamos ante unas formidables jarras de cerveze a la vora de la mar....Oncemil setecientos ochenta metros, hora ocho.
Al día siguiente, miércoles, ciclaba un desierto por Castellón para preparar la salida del día siguiente, jueves.

Y ese Jueves salimos el Meditante y yo de Catí, mosqueados para variar. Y cuando empezábamos, conseguíamos hablar con el Ciclista que ya había pinchado a aquellas alturas. La etapa de ellos era la anual Castellón-Villafranca. La nuestra eran cosas varias por carreteras más o menos transitadas.
Catí-Benassal. No sé que me había hecho pensar a mi que no era muy dura la subida, pero lo cierto es que no me sentía nada bien. Vaya usted a saber si era la tos, el calor o que ir con este hombre me hace tener que esforzarme más, para nada, pero llegué a Font d'En Segures con bastante mala pinta. "Parece que hubieras subido un puertaco..."
Me lo cargo.
Pero allá arriba se está bien, el agua de la fuente está fresca, el lugar es pintoresco y lo que viene ahora es hacia abajo. Felicidad completa.

Bajada hasta Culla, pasando por el Rivet, donde antes acampábamos alegremente.
De Culla a Torre d'Embessora, pasando por su carrasca. O su encina, que resulta que es lo mismo. 25 metros de altura y 7 de perímetro.
De la Torre hasta Vilar de Canes, y de ahí vuelta a Catí por esa tediosa carretera recta rectísima, donde desaparecen las curvas cuando vas llegando a ellas. Menos mal que Ripo nos aconsejó un buen sitio para comer, y eso hicimos en cuanto llegaron los tres intrépidos que buscaban Villafranca desde Castellón.
Para bajar la comida, subida a l'Avellà por su puertecito y su túnel. Allí de nuevo hay agua fresca, su agua también es conocida y también, como en Font d'en segures, hay un balneario.
Ellos siguen, nosotros nos volvemos.
Y, de nuevo en Catí, el Meditante sigue su ruta en bicicleta, que era mía. Y sube Ares, y a la Mare de Deu de la Font y a Sant Pere de Castellfort y, abriéndome paso entre rebaños de ovejas, unas horas más tarde ya hemos llegado todos a Villafranca. Incluso los intrépidos, que se han perdido sólo lo justo.

El sábado era la Media maratón de Navajas, en el Alto Palancia. De nuevo agua, y ahora también, aceite y miel.
Qué bien me habían hablado de esta carrera, con sus cuestas y sus piedras. Tan dura, tan de agosto.
El speaker habla con las niñas: "¿tú quieres ser corredora" "NO". "¿Y tú, niña?" "YO sí!!" "Pues vas a tener que adelgazar porque estás un poco gorda"
Toma ya.
Por allá anda Groucho, el práctico de las dos horas con su cartel. Pues bien, ya no tengo que pensar nada más, con él me voy.
Y con él estuve hasta el kilómetro 6 ó 7, cuando los pequeños repechos del principio se transforman en una subida larga y considerable. Se va, se va, se va....
Perdida la esperanza de las dos horas, mantengo mi ritmo toda la subida. Y de pronto acaba el asfalto y entramos en una pista algo rota que pica hacia arriba o hacia abajo según le de. Y más tarde pasamos por un puente del pantano del Regajo, en cuya superficie se reflejan unos rayos de sol cada vez más tenues. Por un rato me siento corredora. Hacía tiempo que no me pasaba.
Quedan pocos kilómetros y estamos en la vía verde Ojos negros (de Ojos negros a Torres Torres). El fore prestado me marca 18,8 kilómetros, y unos metros más adelante el punto kilométrico indica km18. Pardiez ¡un kilómetro de más!. Llegando a Navajas me encuentro con Groucho. Al final podré entrar con él en meta, aunque no era la idea entrar a esas horas.
Entro en meta con dos horas trece, que aunque a priori pueda parecer un tiempo desastroso para una media maratón, no lo es tanto, ya que era dura, dura. Y terminé fuerte y contenta, pensando que el año que viene vuelvo, seguro.

5 comentarios:

MANOLI CXM dijo...

Genial tiempazo, hay tíos que les deberían quitar el micro y hacerles picadillo la... jolines, te veía en Chamonix, bss

depiedraenpiedra dijo...

no Manoli, este año voy pero no al UTMB, estaré de turistilla....
El año que viene, ja vorem...¿y tú?

Genín dijo...

Que majo el locutor con lo que le dice a la niña, seguramente para estimularle...a odiarle cordialmente...
Besitos y salud

marilove dijo...

hola guapa, ya veo que no paras, me ha encantado esta entrada, es de energía contagiosa, dan ganas de ponerse a hacer cosas sin parar, jejjeje. Yo estoy unos días por Benejama, que la verdad es q aqúi tpoco paro mucho, por la mañanita a correr, al mediodía a nadar (que es lo único q puede hacerse a esas horas con el caloraco q cae) y por la tarde cuando ya se puede salir un ratico de bici, así q en esas ando, haciendo un triatlón por día. Pq tienes esos turnos raros q sino te diría que vinieras unos días por aquí, que te encantaría (y tu eres capaz de venirte en bici, jejjejeje) Muchos besos.

depiedraenpiedra dijo...

Al speaker, para matarlo Genín!!

Qué alegría leerte triatletilla!! :)Cuando vuelvas me llamas, y nos tomamos una cañita.

Un beso chicos, gracias por la visita!