Agujas

Miércoles! a mitad de semana es un buen momento para tomarse un minuto de relax, como dicen las máquinas de café...Así que a las siete, piscina y gimnasio. Gimnasio primero, piscina después. Remo, abdominales, lumbares, dorsales, hombro, pecho, triceps...y seiscientos metros de crol.

El jueves me escapo del trabajo a mediodía. Patrikinder, Oscar y aquí, la emparrada, nos vamos rumbo a las Agujas de Santa Águeda. Es un tramo de la carrera del domingo que quiero recordar y que me gustaría que Patry viera...y que mejor guía que nuestro Oscar. Así que llegamos al sitio P (de parking), me cambio en público para variar, y nos adentramos en la senda. Dicen que está angosta, peligrosa, estrecha, oscura...que es una trampa mortal.
Nádená.
Cuatro pinchos, los de siempre, nos acarician el cuerpo. Algún enganchón. Estos dos se me van irremediablemente. Que me esperen arriba, que ya llegaré. Me sorprende mi huevudez, pero la verdad es que me siento muy muy pesada. Eso de empezar a subir depronto nunca me ha sentado bien. Para mi sorpresa, no hace excesivo calor para ser Julio a las tres de la tarde en mitad del monte. El descenso es complicadillo... Tampoco voy muy segura y Oscar y Patry se me van rápidamente. Pienso si tanta torcedura de tobillo sirve para algo tres días antes de la carrera.

Y volvemos a subir por donde mismo, adando tranquilamente, contándonos cosas y recordando otras. Casi sin darnos cuenta, ya estamos bajando de nuevo. Depués de unos cuantos pasos críticos y vacilantes, cambio el chip y acelero un poco, corro.

Y llego al final, al coche, donde aguardan mis compañeros de hoy.

He vuelto a salir sin reloj....etapas de una...