Martes. Décimo día sin correr, ni trotar ni...nada. Es raro, pero mientras menos hago más cansada estoy.
Piscina, a las ocho de la tarde hay mucho máquina nadando, eso tiene de positivo que puedo dedicarme a mirar a la gente que sabe lo que hace...lo negativo es que hay pocas calles libres. Pero me hago con una y empiezo: cincuenta metros crol, y otros cincuenta...me descuento. MJmonitora aparece con unas palas, "prueba con éstas, a ver qué tal". Me pongo a ello, al principio es un poco raro pero bien, creo que servirán para algo. Cuando las dejo, parece que vuelo. No sé cuánto hice, pero no fue mucha cosa, sobre setecientos metros.
Miércoles. Ya está bien de tanta rodilla. Además, hoy no me ha dolido bajando la escalera de casa, así que debe ser que ya está bien. A las tres menos cuarto, salgo equipada del trabajo: dirección Ronda este. Al llegar a Avenida del Mar, cambio de idea y de dirección. Al Grao vamos que nos vamos...por carril bici. Me siento lenta lentísima, y con ligero dolor en ambas rodillas, lo cual es bueno pero es malo. Llego al final del carril con veinticinco minutos, mientras pienso en si debería cambiar de zapatillas. Media vuelta y empiezo a sentirme bien, así que aprieto algo. Llegando a Carrefour me animan tres ciclistas "qué simpáticos". De nuevo en Castellón, secretamente empiezo a desear que haya semáforos en rojo. Pero no, qué suerte, hoy están todos en verde. Y así, sin encontrar ni un sólo semáforo en rojo, ni un paso de peatones, ni absolutamente ninguna excusa mínimamente digna para pararme, llego a casa, con cincuenta y seis minutos. Nuevemil setecientos metros, a cinco cuarenta y seis. Madre mía...¡diez días parada!
Piscina, a las ocho de la tarde hay mucho máquina nadando, eso tiene de positivo que puedo dedicarme a mirar a la gente que sabe lo que hace...lo negativo es que hay pocas calles libres. Pero me hago con una y empiezo: cincuenta metros crol, y otros cincuenta...me descuento. MJmonitora aparece con unas palas, "prueba con éstas, a ver qué tal". Me pongo a ello, al principio es un poco raro pero bien, creo que servirán para algo. Cuando las dejo, parece que vuelo. No sé cuánto hice, pero no fue mucha cosa, sobre setecientos metros.
Miércoles. Ya está bien de tanta rodilla. Además, hoy no me ha dolido bajando la escalera de casa, así que debe ser que ya está bien. A las tres menos cuarto, salgo equipada del trabajo: dirección Ronda este. Al llegar a Avenida del Mar, cambio de idea y de dirección. Al Grao vamos que nos vamos...por carril bici. Me siento lenta lentísima, y con ligero dolor en ambas rodillas, lo cual es bueno pero es malo. Llego al final del carril con veinticinco minutos, mientras pienso en si debería cambiar de zapatillas. Media vuelta y empiezo a sentirme bien, así que aprieto algo. Llegando a Carrefour me animan tres ciclistas "qué simpáticos". De nuevo en Castellón, secretamente empiezo a desear que haya semáforos en rojo. Pero no, qué suerte, hoy están todos en verde. Y así, sin encontrar ni un sólo semáforo en rojo, ni un paso de peatones, ni absolutamente ninguna excusa mínimamente digna para pararme, llego a casa, con cincuenta y seis minutos. Nuevemil setecientos metros, a cinco cuarenta y seis. Madre mía...¡diez días parada!
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