Gominolas

Martes Hoy empieza gominolas.
A mediodía tengo un hambre terrible...así no se puede ir a ningún lado. Pasamos el entrenamiento a la tarde.
Salgo de la edificio de la piscina sobre las ocho: hoy toca Ronda Este, que a estas horas el resto del mundo está a oscuras. A los cinco minutos se me carga el tibial otra vez. Tengo que empezar muy despacito siempre, así no se carga. Toca parar a estirar el musculito. Estiro, estiro y estiro. Sentada en un banquito de la ronda falsa estoy cuando se me sienta al lado un señor con el que he corrido alguna vez por el monte...¡hola! ¡hola! ¿qué tal?. Su próxima es la Marxa de Benicassim... Parece que ya se ha descargado ésto, continúo pues. Poco a poco hasta que me noto bien...delante corre una chica con hiyab. Qué agobio me daría eso...
Cuando doy la vuelta veo a Rubs en sentido contrario por La Aunténtica. Y en lo que me despisto ya ha llegado al final, se ha dado la vuelta y lo tengo por delante...Como corre la peña, y yo que me sentía veloz como el viento.

Continuamos juntos hasta la piscina.
¡Cuanta gente hay hoy aquí! Me hago un ovillo en un rincón y salgo vestida de nadadora. La calle 1 queda libre, bueno, pues que remedio...calle 1. Cuatrocientos metros crol. Media pirámide y cuando asomo la cabeza Maria José me pregunta por mi vida. Adiós.
Chica, me voy a congelar... sigo un rato. Doscientos metros y suena la sirena. Hay que irse.
Me gusta nadar.