Iniciando

Por fin es viernes. Piscina, mil metros. Me siento muy bien. Se acerca peligrosamente el domingo.

Sábado. Descanso activo o actividad suave. Me voy con la Silvi al desierto, ella testea su cuerpo de cara a la regularidad del día 18, y yo estiro las piernas y me relajo por allá arriba. Antes de las nueve y media ya la tengo debajo de casa...qué ansiedad, por favor. Y para allá que nos vamos. Aparcamos en el Monasterio y comienzan mis labores de sherpa del palo.. Atravesamos el huerto, vemos los restos de la ermita de San Alguien y equivoco el sendero. Media vuelta, no sé qué, no sé qué más...está todo claro. La Silvi me espera entre matorrales, con un gesto paciente desconocido en ella.
Llegamos a la pista tranquilamente,y tengo que preguntarlo ¿lo hacemos fácil o difícil? "¡¡¡fácil!!" Que no se me pase el desvío: "cim del Bartolo". Seguimos subiendo. Ya en la carretera leemos "1000 metros" ¿mil metros? ¿hasta donde?... Uy, pues será hasta las antenas...900 metros...800 metros... La cuestecilla se le resiste un poco, pero la supera. Nos desviamos hacia la cruz, y empezamos el SL hacia el Coll de la Mola. Por allí hay buenas vistas, a un lado y a otro, vale la pena sentarse por aquí. Y eso hacemos, y almorzamos como está mandado.
Un rato después, reemprendemos la marcha. Hacia las antenas, faltaría más. No pensarás que vas a salir de aquí sin subir ahí...
Es una pena tanto ruido...
Empieza La bajada. Nos aventuramos por una senda a la izquierda que parece bajada directa hasta el monasterio. Me temo que por aquí he pasado en subida. La silvi va feliz y contenta entre piedras, esto le gusta más que la pista y que la carretera, buena señal. Y a mi no me duele nada. La rodilla pasa por un momento dulce. ¿qué no me apuntaré a Benicassim?..aguanta Nere aguanta...primero la regularidad para probar..
Llegamos tranquilas al coche, recogemos agua no potable de Sant Josep y para casa...hemos pasado toda la mañana aquí arriba sin enterarnos.
A por ellos Rubia. El domingo es tuyo.