Encadenando días y vías

Lunes, tercer descanso.

Me había sentado bien la carrerita del día anterior, pese a la persistente molestia reconvertida a calambre, así que decidí salir a investigar una parte del recorrido de la Alfondeguilla-Javalambre, nada largo, sólo una pequeña investigación.

A las nueve menos algo Rubens me dejó en la entrada del pueblo, y con ¡cuatro! litros de agua en la camel y unas cuantas barritas, salgo a la búsqueda del camino. No me resulta difícil encontrarlo, para algo llevo el Fore, así que sin darme cuenta ya estoy delante del refugio de Tomás. Comienza lo bueno. No sé si acompañará el tiempo, algunas nubes amenazadoras me hacen pensar que quizá llevo demasiada agua en la mochila.

No tengo queja alguna del camino, la senda está limpia y es bastante evidente.Para arriba, para abajo, para arriba, para abajo...mira una pista! ah, pues no.

Un punto rojo!, por aquí. Derecha, izquierda...subir, bajar. Pasa más rápido el tiempo que los kilómetros, para algo voy entretenida y canturreando. Tras cruzar la carretera de Artana troto un ratito por una pista, y llego a Cerro Gordo un buen rato más tarde. Se complica la mañana, la niebla se va haciendo más densa y empieza a no verse demasiado bien. Ya decidiré lo que sea más tarde...

Con cuatro horas estoy en El collado de la Íbola, lleno llenito de geles, alguna botellita de agua, servilletas y algunos otros restos cochino-deportivos. El trocito hasta la Nevera de Alcudia lo conozco bien, así que, como llueve, decido bajar por carretera hasta Alcudia de Veo, ya encontraré a Rubens por el camino...

La carretera es preciosa, quizá al asfalto le falta un poquito para que sea perfecta para ir en bicicleta de carretera, pero para correr por ella bajo la fina lluvia, entre la niebla, es ideal.

Termino cuando me cruzo a Rubens, a dos kilómetros de Alcudia. Estoy completamente empapada y feliz. No ha sido mucho más de veinte kilómetros, pero he disfrutado en cantidades industriales.

El martes, y el miércoles, y el jueves....lalala. No me olvido del persistente y de que debo descansar...no me olvido.

El viernes a las ocho y muy poquito aparezco en la Ermita de Sant Vicent. Y al Racó de farol nos vamos Patry, David, los trastos y yo. Me apetece escalar. Me apetece muchísimo, hay que aprovechar el tirón antes de que se acabe.

Sector iniciación:

Ahí va Ivlaim (IV+) Sampabollos (IV+) Sin ningún tipo de problema.

Por ahí por la derecha veo unas vías a las que se les nota un poquito más de grado, Patry ya las ha hecho, así que me aventuro...para no llegar a la primera chapa por una cuestión de tembleque generalizado. Encadena David de primero, que si sigue así en poco tiempo lo veremos haciendo séptimos...y luego la araña. Y finalmente me pico, bajamos la cuerda y la encadeno, superando el tembleque inicial que casi hace que vuelva a abandonar. Al final lo puedo solucionar con dos pasitos sencillos hechos sin pensar demasiado que evitaban la posición incómoda y encajonada en la que me había quedado. Bien. Cuidado con el escalón papá (V) Y yo estrenando casco, que al final me decidí a comprármelo: un Petzl Elios naranjita la mar de feo, nada que ver con el casco Salamander rosa chicle que entre unos y otras me hicieron desistir de comprar. Que si muy pink, que si con eso no te aseguro, que si te pega con el conjunto de pádel, que si es feo...

Salimos de iniciación y nos metemos en el sector central, vamos a hacer una larguita, para irnos contentos. David de primero esta vía estaba (V) , Patry en Top y última yo, de primera. La he disfrutado bastante, grieta, fisura, plaquita... Me recuerda que pronto, muy pronto, tendríamos que ir a probar "Alice Proyect (V+) al Castellet.

Y por la tarde piscina, los mil metros de rigor antes de ir a trabajar. Y por la noche ¿qué me pasa doctor?, las escaleras se me hacen un suplicio largo largo largo, e inevitable.