3 de febrero de 2011

Aunque los sueños, sueños sean

Acabo de encontrar objetivos para 2011. A ver lo que me dura la motivación.

Pasó la fascitis, que resultó que venía del Aquiles, que venía tenso del gemelo, que llevaba avisándome desde hacía tiempo. Es como esa historia del gallo Kiriko y la boda del tío Perico. Sí, hombre la de: Vaca ¡bebe el agua que no quiso apagar el fuego, que no quiso quemar al palo, que no quiso pegar al lobo, que no quiso comer la oveja, que no quiso comer la hierba, que no quiso limpiarme el pico para ir a la boda del tío Perico!
Pues lo mismo, pero versión fisioterapéutica.

Y un día de estos me llevó la Veloz a Tetuán 14, para desde allí comenzar una rutica que ella conocía y yo no, que nos iba a conducir, entre piedras y piedrecitas resbaladizas, a ciertas crestas y ciertas bajaditas cuyo objetivo es seguir profundizando en lo técnico de las bajadas. Con lo bien que bajamos por pista, y nosotras ahí, erre que erre a ver si nos vamos haciendo a ese tipo de terreno, que ya tenemos edad. Y en la parte de arriba de una loma, cuando por fín la veo de cerca, le susurro: "sádica", con cariño. En el fondo sé que lo hace por nuestro bien...
Once kilómetros la mar de divertidos.

El día siguiente empezaban los descansos, tres días tres para hacer lo que una no ha hecho los días pasados, más uno extra de vacaciones, porque yo lo valgo. Habíamos estado concretando quién, cómo, cuándo y dónde y al final pasó que en la Magdalena éramos seis unidades dispuestos a realizar en su totalidad el PR378, promovido, dicen por el Ayuntamiento de Castellón,y es que no todo va a ser Tram. De los seis, un neófito, el resto...pues no.
Salimos paralelos a la carretera, llegamos a la Saleta, tomamos la pista de los toros, visitamos la ermita de la Virgen de la Salud, que por cierto, resulta que podría ser un lugar muy bonito si a quien le corresponda se le ocurriera restaurarla un poquito, y seguimos hacia donde siempre, hacia la casa esa allá arriba a la que se llega subiendo unas piedras un tanto empinadas. El tramo peliagudo, dije.
Una vez superado dicho tramo, llegamos a la pista aquella del corral abandonado, pero en lugar de seguir hacia la subida a Raca, bajamos por la pista de cemento, recto recto sin abandonarla, y sin saber como enganchamos con la pista del azud, antes de saber que era la pista de azud. De frente venían los ciclistas en lo que debe ser una señal divina de algo, porque vaya manera casual de sincronizarnos. Y luego continuamos. Hasta la ermita de Sant Vicent, donde almorzamos amigablemente.
Cruzamos la vía de servicio y el río por donde nos indicaron los operarios que lo están ¿tapando? o vaciando, o que se yo. A la derecha, GR36, a la izquierda, nuestro PR. Sube la pista hasta una mina abandonada y sigue subiendo hasta un lugar por el cual pasamos el día de la UltraTeo, y en lugar de subir Raca, vista la hora y las circunstancias particulares de cada cual, descendimos entre piedras, siguiendo casi el PR, hasta enlazar con la pista con la que debíamos enlazar.
Dieciocho kilómetros, tres horas y pico de vuelta.


Y la comida posterior, en la que pudimos, por fin, ir poniendo fecha y nombre a próximas expediciones de UBE ADVENTURE.




3 comentarios:

Genín dijo...

Que bien que el Aquiles se portara bien y les dijera a sus descendientes que te dejaran en paz...
Salud y besitos

Miguel dijo...

.....jajajaj.....sadica!!!

...aysssss...que sería de los entrenillos por montaña sin momentos como ese, lástima no haber podido ver su cara cuando lo dijiste, la próxima vez te llevas una camara de fotos.


....y la vida siga siendo una ilusión...

depiedraenpiedra dijo...

:) pues sí GenínHan sido considerados!!

jajaa, ays la verdad que la pobre me miró un poco asombrada...aysss :) pero si no fuera por ella haría alguna cosa menos. :)

salud chicos, gracias por la visita!