Pegada...enganchada

Después de la media me he sentido bien, descansada y sin más problemas que la incordiante rozadura del muslo izquierdo, pero como tuve varios amagos calambrosos en los gemelos, voy a optar por dejarlos tranquilos y hacer una pequeña paradiña corredora, porque, aunque seguro que no es el mejor momento, me temo que ninguno lo será.

El domingo era el día perfecto para ir a hacer equlibrios con la bici y los pedales nuevos. Con un Rubens primado, salgo a la calle...habrá que subirse ahí, y anclarse a la bicicleta... Rubens me mira con sorna pero colabora en la causa, cuando me siento preparada para enfrentarme al mundo (reduciendo el concepto de mundo a unas cuantas rotondas con tráfico de domingo), cogemos carril, y grao va, grao viene. Cada vez mejor de sensaciones, la posición, las calas, el desarrollo....me encanta.
El Lunes llego a casa empachada de hablar de vias verdes, Ge-erres, caminos del Cid...Las ganas de hacer cosas se pegan como un chicle a la acera, y por ahí coincido con mucha gente en fase activa. ¡Queremos marcha!
Siguiendo al pie de la letra mi promesa de no correr hasta próximo aviso (que no será mucho más lejos de pasado mañana) y movida por mis enormes ganas de ir en bici (enormes e histéricas), me pego a la flaca y hasta la playa, Benicassim, pueblo y vuelta por la autovía nueva. Me gusta.

Y de paso, hablando de bicis..coloco estre extraño artefacto para ir por la nieve...